Las obras del nuevo colegio Emilio Lluch de Náquera, adjudicadas en enero de 2016 por 5,2 millones de euros a la constructora San José, avanzan a ritmo de tortuga con apenas cinco operarios a pie de obra, la grúa parada, sin movimiento alguno de camiones o maquinaria y las vallas medio caídas. Las instalaciones renovadas del colegio de educación Infantil y Primaria Emilio Lluch, cuyos alumnos llevan más de una década en barracones, deberían estar acabadas este verano, si bien el AMPA advierte de que al ritmo actual de trabajo, el centro no estará terminado en plazo. Esto obligará a los 400 niños escolarizados en Nàquera a seguir en precario y con serias limitaciones de espacio en el actual colegio habilitado en aulas prefabricadas.
Las madres y los padres de los alumnos, que afrontan su segundo curso en los barracones provisionales instalados mientras se ejecutaba la obra en una explanada de obra dura sin apenas sombras, temen que las mismas se eternicen. Fuentes de la Conselleria de Educación insistieron ayer en que las obras «no han estado paralizadas en ningún momento», aunque admiten que «el ritmo de trabajo sí se ha ralentizado porque ha tenido que tramitarse un modificado de obra», cuya aprobación estaba pendiente de la firma de un técnico cuya plaza había quedado vacante al jubilarse. En breve, añadieron, se reanudará el ritmo normal de trabajo en el centro. La previsión, añadieron, es que el nuevo colegio esté listo para el próximo curso. Las fuentes de la conselleria pidieron ayer disculpas al AMPA por la ralentización de las obras, si bien insistieron en que el colegio, cuyo proyecto estaba bloqueado cuando el Govern del Botànic llegó a la Generalitat, «estará este año».
Tal como ha podido constatar este diario, la estructura de los edificios del nuevo colegio está ya hecha, sin embargo, está por ejecutar el interior y las carpinterias, así como la urbanización del entorno y las zonas deportivas. El pasado año las obras sufrieron otro parón por otra modificación del proyecto que retrasó seis meses el plazo de finalización de la obra, hasta junio de este año.
Al problema de la precariedad de los barracones en el Emilio Lluch, se suma el retraso en el envío del profesorado de apoyo para alumnos de necesidades especiales de Infantil que el centro solicitó a principio de curso y que está pendiente del visto bueno de la Conselleria de Hacienda.
El Ayuntamiento de Nàquera ha solicitado una reunión con los responsables de Educación para pedir explicaciones por el retraso de las obras. En este sentido, representantes del Banco Europeo de Inversiones visitaron Nàquera en octubre para comprobar sobre el terreno el avance de las obras de este colegio. Como se ha publicado, el BEI tiene puesto el foco sobre la utilización de los más de 600 millones de euros destinados hace una década a mejora y construcción de centros educativos en la Comunitat Valenciana, entre ellos el de Nàquera.
