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«Desde que hay goteo nunca habíamos tenido que regar tanto»

El PSPV comarcal exigirá al partido que reivindique compensaciones a los regantes por los costes adicionales

La preocupación como consecuencia de la ausencia de precipitaciones empieza ya a ser máxima entre los agricultores, que comprueban cómo gastan el doble de agua de la que es habitual por estas fechas para regar sus campos mientras las reservas bajan de forma alarmante. «Desde que tenemos riego por goteo, hace 13 o 14 años, nunca se había regado tanto ni se había facturado tanto gasto como en este último trimestre». Pablo Seguí, alcalde de Chella a la vez que agricultor, expone la situación que atraviesa la comunidad a la que pertenece para ilustrar una situación que se extiende de forma generalizada por la Costera, la Canal y la Vall d´Albaida. «Estamos gastando el doble de agua para la misma superficie. Riegas durante 5 horas y vas al día siguiente y el campo vuelve a estar seco; tienes que volver a regar», expone. Seguí lamenta el coste adicional que representa una auténtica «ruina» añadida para los agricultores, antes de recordar que muchas familias de la zona se han lanzado a cultivar olivos o naranjas como única fuente de ingresos, con la crisis. El dirigente subraya que en una inminente reunión con representantes socialistas, el PSPV comarcal va pedir al partido que reivindique ante la Generalitat la necesidad de aplicar líneas de compensación para los agricultores, que han visto dispararse los gastos adicionales por el riego a pesar de que los precios de las cosechas siguen estancados.

Llueve un tercio de lo normal

Este diario también informó de las restricciones que vienen sufriendo los comuneros de la Vall d´Albaida, hasta el punto de que varias comunidades de regantes que se surten de los pozos subterráneos del Benicadell se han visto forzadas a recurrir a explotaciones privadas para abastecer sus campos, definiendo turnos que conllevan serios impedimentos para regar durante determinados días con tal de garantizar una distribución equitativa del agua entre las diferentes áreas. «Regamos poco y mal», resume un regante de Montaverner.

Las previsiones de cara a la campaña de la naranja y el caqui no podrían ser peores. La falta de precipitaciones ha conducido a que la liquidación de la fruta de verano en la Costera y la Vall se desplome un 40% por el bajo calibre. Una merma similar se pronostica en la campaña de la vendimia, cuya recolección se ha adelantado este año debido a las altas temperaturas.

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