Un total de catorce masas de agua superficiales y subterráneas de la Costera, la Canal y la Vall d´Albaida no alcanzan los estándares empleados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para medir la calidad de los recursos hídricos, según pone de relieve un reciente estudio del organismo de cuenca. Entre los 23 acuíferos catalogados como en mal estado por la contaminación causada por factores químicos en toda la Comunitat Valenciana figura la Hoya de Xàtiva, que abarca los municipios de Xàtiva, Canals, l´Alcudia de Crespins, Llanera de Ranes, l´Enova y Genovés.
La masa presenta concentraciones demasiado elevadas de nitratos, como consecuencia de la «aplicación excesiva de fertilizantes» utilizados para la agricultura. También se ha detectado la presencia de selenio en su seno. La CHJ incluye este caso en el borrador del Plan Hidrológico de Cuenca 2015-2021, que está en fase de exposición pública. El proyecto introduce medidas para combatir los parámetros negativos, tales como la actualización del programa de acción sobre zonas vulerables o la limitación de las dosis máximas de fertilizantes nitrogenados de los cultivos. Sin embargo, el organismo ha prorrogado de 2021 a 2027 el plazo para atajar la problemática y que la masa cumpla los objetivos medioambientales exigidos.
Aunque los índices de sustancias químicas no son alarmantes, la contaminación se hace especialmente patente en el tramo del Cànyoles que circula por Canals y conecta con el río Albaida, debido a la sobreexplotación agrícola.
La masa de agua subterránea de la Vall d´Albaida, que recibe el nombre de la comarca a la que que abastece, figura entre las que presentan un «mal estado cuantitativo» debido a su índice de sobreexplotación, calculado en función de los recursos disponibles y el volumen de extracciones por bombeo de recursos para usos agrícolas, urbanos e industriales que registra. La CHJ también prorróga en este caso a 2027 el horizonte para dar solución al problema previa realización de estudios «de modelización matemática» y la posible sectorización del acuífero. En el Caroch Norte „delimitado por los términos de Bicorp, Quesa y Navarrés„ está sometido a una presión signifícativa debido a su recarga artificial.
Mortandad de peces en Bellús
Tampoco el embalse de Bellús se libra de salir mal parado en el estudio. La CHJ advierte de un «deterioro temporal» y revela que en junio de 2014 se detectó en el pantano una elevada mortandad de peces fruto de las condiciones anaeróbicas y climáticas. La contaminación también sigue siendo un problema. El organismo sugiere la necesidad de revisar y modificar las ordenanzas de vertido de los términos de Alfarrasí y Bufali para limitar la contaminación de sus industrias. Según las previsiones, el embalse no cumplirá los parámetros ecológico hasta 2027.
