El mismo día en que el BOE hizo oficial la convocatoria de elecciones municipales, el IES Josep de Ribera de Xàtiva logró reunir en una misma mesa a los representantes de las seis fuerzas que de momento se han lanzado a la carrera. Ante un auditorio repleto de estudiantes que por primera vez ejercerán su derecho al voto el 24M, los ponentes tuvieron la oportunidad de reivindicar su papel como interlocutores válidos ante unos jóvenes que repiten demasiado a menudo eso de que la política no les interesa. Combatir la desafección era precisamente la premisa sobre la cual partía el debate, precedido por los candentes resultados de la encuesta que vaticina unos comicios muy reñidos, en los que ningún partido obtendrá una mayoría clara. «La idea no es captar votos, sino explicar las propuestas y los programas», avisó el moderador a los políticos antes de dar comienzo a la tertulia, dividida en tres bloques que trataron de dar respuesta a las inquietudes trasladas por los alumnos en torno a cuestiones como la falta de alternativas de trabajo y ocio, el derroche de fondos públicos o el «enchufismo».
Del pasado al futuro. Los participantes pudieron exponer las líneas maestras de su ideario en una primera intervención de tres minutos. El presidente del PP de Xàtiva comenzó citando a Aristóteles: «En la memoria comienza la experiencia», arrancó. Jorge Herrero miró al pasado para centrarse en explicar a los alumnos las «circunstancias» en las que los populares entraron a gobernar hace 20 años. Con las encuestas en contra, el edil fue muy moderado y reivindicó al PP como el partido «que trajo el cambio» a Xàtiva y condujo a la ciudad «de la regresión al progreso» a través «de una gestión eficaz». «La ciudadanía ha renovado la confianza en el PP porque entiende que ha habido una transformación. Ahora ofrecemos lo mismo, la misma política transformadora, pero adaptándonos a una coyuntura diferente», zanjó.
En el discurso del resto de formaciones hubo muchos elementos en común: todas llamaron a la participación masiva el 24M y prescribieron «transparencia» y «participación» como las recetas a aplicar en caso de gobernar frente a las carencias que reprochan al ejecutivo de Alfonso Rus. Otro aspecto en el que incidió la oposición, comenzando por el candidato del PSPV, Roger Cerdà, es en la necesidad de «desarrollar consensos». Una afirmación que cobra especial fuerza teniendo en cuenta el fragmentado mapa municipal que se avecina. Cerdà vinculó el actual clima con el que se respiraba en 1995: «Como entonces aspiramos a una participación máxima en las elecciones que nos ayude a transformar la ciudad entre todos», subrayó el edil, que avanzó «un nuevo tiempo de gobierno moderno y participativo, que no actúe de espaldas a la gente, sino que escuche y dé respuestas». Entre sus medidas: un Foro de debate que aglutine los problemas de los jóvenes o un Plan de Choque formativo contra el paro Juvenil que involucre a empresarios, sindicatos y universidades frente a los miniempleos actuales.
Batería de propuestas. En su turno, Cristina Suñer planteó que los vecinos han de poder decidir sobre las inversiones del ayuntamiento y abogó por explotar «nuevos yacimientos de ocupación en la economía, el comercio y el turismo para que la gente no se tenga que ir de Xàtiva». La candidata de Compromís propuso la creación de «casales autogestionados» en los que los jóvenes puedan desarrollar sus actividades de forma autónoma y ahondó en la necesaria reactivación del Consell de la Juventud. Suñer reivindicó su «denuncia feroz» de los enchufirmos y las irregularidades en la contratación municipal y acusó al PP de tejer «una red clientelar» para «mantenerse» en el poder contratando personal sin oposición con «mecanismos pseudolegales».
Miquel Lorente definió el actual como «un momento histórico» extrapolable al proceso de «ruptura» que se dio en 1978. El candidato de Esquerra Unida expuso el elevado número de desahucios registrados y de familias en situación de pobreza energética para señalar que «Xàtiva es una ciudad rota a nivel social tras 20 años de un gobierno con el que los consensos han sido imposibles». Lorente propuso la cesión de habitáculos para que los jóvenes emprendedores puedan producir y «aportar» valor, así como un Plan que facilite «el regreso de jóvenes exiliados» a Xàtiva.
La plaza de toros incendia el debate. Ignacio Lledó, miembro de Ciudadanos, se mostró partidario de desnudar las finanzas del consistorio «a diario» para que los vecinos conozcan al milímetro cómo es la gestión económica local. Lledó coincidió en la necesidad de crear nuevos espacios de encuentro sociocultural para jóvenes y abogó por ampliar las subvenciones a emprendedores y parados de larga duración.
Abelardo Ferrando, candidato de Força i Lum (FiLL), dijo que la «obsesión» de esta formación es «la creación de empleo y la obra social». El abogado puso encima de la mesa propuestas como una auditoría de la deuda, un plan de cesión de suelo para atraer al tejido empresarial, una biblioteca o incluso la reconversión de la plaza de toros en una zona de ocio.
La millonaria y frustrada rehabilitación del coso caldeó el debate. Miquel Lorente (EU) soflamó al público al cifrar en 24,6 millones los sobrecostes con los que se saldaron esta y el resto de grandes obras de la era Rus. Herrero salió al paso indicando que el PP es «un partido serio y riguroso con la gestión económica» y señalando que la plaza «estaba que caía» antes de las obras, argumento que no convenció a la sala. El edil subrayó «las mejoras en infraestructuras» que supusieron el CCX o la Ciutat de l'Esport. Roger Cerdà (PSPV) le espetó que «con los sobrecostes de Rus se podrían haber hecho dos plazas de toros y dos CCX».
