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TRIBUNA

220 años de la Virgen Dolorosa de esteve Bonet en Xàtiva

220 años de la Virgen Dolorosa de esteve Bonet en Xàtiva

Cuenta el libro Biografía de D. José Esteve Bonet", obra de J. V. Martí Mayol, publicado en el año 1867, que José Esteve Bonet realizó en el año 1795 «unas andas con una Nuestra Señora de los Dolores; de 1,472 metros, al pie de la Cruz, con su difunto Hijo en brazos, asistida de dos niños ángeles». No menciona para quien era el encargo, tal como sí indica en otras obras realizadas por el genial escultor e imaginero valenciano en la ciudad de Xàtiva, pero las hipótesis, todavía no documentadas, conducen a pensar en el contacto directo con los principales artistas que trabajaban en la ciudad de Valencia, de los nobles que aún mantenían casa en la ciudad —como los barones de Terrateig i Llaurí, con patronazgo sobre la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, o tal vez destacados cargos eclesiásticos, como el cardenal setabense Cebrián Valda.

Marca de punzón en algunos de sus elementos. Además, artesanos de renombre como los plateros y orfebres de la familia Quinzá de la capital, cuyo punzón aparece en elementos de sus esculturas, colaboraban asiduamente con Bonet. Así se puede adivinar en la marca de punzón de los faroles, corona y puñal de Nuestra Señora de los Dolores de Xàtiva o en las andas de plata de la imagen procesional de la patrona setabense, la Virgen de la Seo, también de Esteve Bonet, regalo del citado cardenal Cebrián a la Colegiata de Santa María y bárbaramente destruida en 1936.

José Esteve Bonet (1741-1802) alcanzó la dirección de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y uno de sus trabajos más destacados fue la contribución al Belén del príncipe —futuro rey Carlos IV—, con 120 figuras entre representaciones humanas y animales, formando una galería de tipos cotidianos de la geografía valenciana de la época, como el palleter, turronero de Xixona, ilicitano con palmeras y dátiles, etc. Este encargo fue posible gracias a la admiración que causó en el príncipe una escultura suya de la Virgen de los Desamparados que la condesa de Casal regaló a la princesa María Luisa. Lamentablemente, como la mayoría de sus obras, estas figuras no han llegado hasta nuestros días.

De la Virgen de los Dolores de Esteve Bonet para Xàtiva, los críticos de arte indican que era una réplica de la realizada enteramente en talla, en el año 1793, para la Cartuja de Jerez de la Frontera (que luego pasó a la catedral de Cádiz). El maestro imaginero solía realizar variaciones sobre el mismo tema y la setabense la realizó como una imagen "de vestir". Una cuestión de moda o económica que nos ha legado unas magníficas vestiduras barrocas de la Virgen como el excelente manto —depositado por la cofradía en el Museo de Bellas Artes de la ciudad, donde ha sido restaurado— de terciopelo negro bordado a mano con filigranas y estrellas en oro, que milagrosamente ha llegado hasta nuestros días, y en el que se adivina la mano de la mejor confección barroca de Xàtiva, con talleres establecidos en conventos como el de la Consolación y otros.

Una lograda composición. La escultura pertenecía al denominado "cuarto estilo, el de perfección" (al igual que los santos Vicente Ferrer y Vicente mártir, de la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia). Caracterizada por la calidad y la técnica escultórica más lograda, destacaban en el grupo el gesto de silencioso dolor de la Madre —que se ha conservado original en la acertada reconstrucción del grupo realizada por los escultores de Valencia Román y Salvador en 1947, tras la ignorante destrucción de 1936—, la actitud rendida del Hijo, con el cuerpo muerto y la faz que parece más dormida que muerta, así como las dos figuras de los ángeles niños que reflejan intensos sentimientos de emoción con diferente matiz. De la satisfacción del trabajo, que 220 años después todavía produce al contemplar el rostro y la mano izquierda de la Virgen Dolorosa, dará fe el nuevo encargo que se produciría en 1798 para un remate del retablo de Nuestra Señora de los Dolores "a saber: dos mancebos, cuatro serafines y dos corazones, con agrupamiento de nubes, para el Convento de Agustinos".

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