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Bocairent apuntala un palacio del siglo XVIII ante el riesgo de derrumbe

La reforma integral del edificio está paralizada desde 2010 por la falta de inversiones estatales

Bocairent apuntala un palacio del siglo XVIII ante el riesgo de derrumbe

El Ayuntamiento de Bocairent ha iniciado una intervención de urgencia para consolidar la estructura del palacio de los barones de Casanova, amenazada fundamentalmente por las constantes filtraciones de agua que se producen en el interior del histórico edificio, datado de finales del siglo XVIII. El consistorio retuvo el inicio de los trabajos, previstos desde finales del año pasado, a la espera de poder captar ayudas procedentes de otras administraciones para llevar adelante una actuación de mayor envergadura. Sin embargo, la ausencia de estas inyecciones económicas ha obligado a la corporación municipal a ejecutar la parte más básica del proyecto por un importe de 23.000 euros echando mano de las arcas municipales.

La intervención durará aproximadamente un mes e incluye la realización de un serie de labores de limpieza de la vegetación existente en los alrededores del edificio así como de la suciedad interior, ya concluidas a estas alturas. La principal tarea en la que se centran ahora los operarios es el apuntalamiento de todas las estancias para evitar su derrumbe.

El palacio de los barones de Casanova es una construcción de finales del siglo XVIII dedicada al *esbargiment e impulsada por el primer barón de la dinastía, Francisco Belda Pla, padre de Francisco Belda Asensio, quién lo sucedió además de ser diputado y procurador en Corts (1822-1823 y 1834-1835) como exponentes de la nueva burguesía liberal local.

Por su relevancia histórica y ubicación, en pleno casco urbano, el Ayuntamiento de Bocairent elaboró el 2010 un estudio de reforma y de habilitación realizado por el arquitecto Miguel del Rey para su conversión en centro social y cultural. De hecho, la primera fase dedicada a la reparación de cubiertas y de la estructura fue presentada al Ministerio de Fomento que estaba dispuesto a incluirla en las actuaciones sobre patrimonio arquitectónico, histórico y social con una inversión de 600.000 euros; pero «la crisis y el cambio producido en el gobierno estatal paralizó la materialización del proyecto», según exponen fuentes municipales.

La reforma, una prioridad

Ante este escenario frustrado, el consistorio ha decidido emprender una serie de actuaciones parciales con carácter urgente «pero sin perder de vista el objetivo final» de su completa rehabilitación y adecuación, prioritaria en un futuro, añaden las fuentes.

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