Un pequeño tornado que tuvo lugar el domingo por la tarde en la Albereda de Xàtiva convirtió tanto esa zona de la ciudad como otras en las que hay plantados plataneros en una auténtica pesadilla para los alérgicos, en especial quienes cursan esa reacción con rinitis o con asma. La pelusa que desprenden los árboles a través de los llamados amentos —las bolas que se desprenden de las ramas— se soltó esta vez en cantidades inabarcables, debido a la acción del viento. La cantidad de polvillo en suspensión hacía prácticamente imposible caminar por la zona sin notar los efectos: tos, estornudos, lagrimeo... Según ha podido saber este diario hubo un notable incremento de consultas en urgencias por lo que respecta a los casos más graves. Las grandes cantidades de filamentos desprendido de los árboles llegó a crear acúmulos de mucho espesor, como si fuera restos de nieve cuajada. La incómoda situación privó a las terrazas de Selgas de seguir prestando con normalidad su servicio de terraza. A personas con alergias que generalmente evitan pasar por debajo de esto árboles en esta época del año, les era absolutamente imposible ni siquiera acercarse a la zona esa tarde porque se le desencadenaba una crisis.
