Los alumnos del IES de Vallada del Cicle de Grau Mitjà de Tècnic en Activitats Físiques i Esportives no pueden hacer los exámenes finales de dos asignaturas, que podrían suspender e, incluso, perder el curso. El motivo son los impagos de la Conselleria d'Educació, que no ha abonado la subvención al centro hípico en el que los alumnos han estado haciendo las prácticas y utilizando para las clases de estas dos asignaturas.
El centro hípico El Saladrar de la Llosa de Ranes ha comunicado al instituto de Vallada que no ofrece ya las instalaciones a falta de tres semanas para concluir el curso, cuando tienen que realizar los exámenes. Se trata de una medida «de presión» del centro hípico para cobrar la subvención que Educació les adeuda desde el inicio de curso por dejar las instalaciones para las clases del ciclo formativo de Vallada.
Los estudiantes afectados, unos 40 alumnos de las asignaturas de Conducción a caballo y Atención a los equinos „las dos materias que se impartían en El Saladrar„ piden a la conselleria que abone la ayuda al centro hípico para que puedan acabar el curso y hacer los exámenes finales. John Sánchez, delegado de los alumnos afectados, ha explicado a este diario que «entendemos los motivos del centro hípico, que ha estado dejando durante todo el curso las instalaciones al instituto sin recibir el dinero para ello. El Saladrar ha estado cediéndonos las instalaciones sin cobrar, de buena fe, pensando que iba a cobrar de la Generalitat. Ahora, para presionar a la conselleria, ha dicho al instituto que ya no deja más el recinto hasta que no cobre de la conselleria». El delegado expresaba la «impotencia» e «indefensión» en la que se encuentran.
Movilizaciones de los alumnos
John explicaba que los profesores y el centro educativo han expuesto a los alumnos la situación y el motivo por el que ya no pueden disponer de las instalaciones hípicas de la Llosa de Ranes. Ante ello, los estudiantes realizaron esta semana una sentada a las puertas del instituto. Pero «esa no es la solución», explica el delegado, que señala que «ahí los responsables de esta situación [la Conselleria d'Educació] no nos escuchan», por lo que se plantean «realizar una sentada a las puertas de la conselleria». John Sánchez señala que los estudiantes contemplan llevar a cabo esa movilización la próxima semana y añade que cuentan con el apoyo del Sindicat d'Estudiants. El delegado explica que al inicio del curso, una manifestación que realizaron los mismos alumnos, ya posibilitó que la Conselleria d'Educació firmara la orden para autorizar al Saladrar la cesión de las instalaciones para las clases.
La situación de los alumnos se complica, ya que además de no poder hacer los exámenes finales, «podríamos suspender las asignaturas, por no hacer la parte práctica, que es la parte más extensa con unas 210 horas. Y si suspendemos dos asignaturas podríamos suspender el curso», advierte John Sánchez, quien pone de manifiesto, además, que «con un 20 % suspendido, que serían las dos asignaturas suspendidas, los alumnos que hayan recibido la beca tendrían que devolverla y, además, no podrían recibirla el próximo curso». Por ello, ya han asegurado que llevarán a cabo las acciones y movilizaciones necesarias para poder completar sus estudios.
