Juan Giner no se cansa de repetir que no es un político al uso. Lo primero que hizo el candidato de Ciudadanos (C's) a la alcaldía de Xàtiva cuando anoche se subió al atril fue advertir a los asistentes de sus nerviosismo y de que no está acostumbrado a hablar ante tanta gente. Cuando arrancó el discurso, sin embargo, Giner dejó a un lado la voz temblorosa y su profesión de administrador de fincas para repartir estopa sin remilgos a todos los adversarios con los que se medirá el domingo. El candidato anunció que estas elecciones municipales marcarán «un punto de inflexión» porque terminará «el rodillo de un régimen de 20 años» en el que incluyó a «aquellos que no quieren irse por conservar su sillón (alusión velada a Alfonso Rus) o que cambian de siglas para mantener el puesto (en referencia a Vicente Parra)». Los partidos de la izquierda tampoco se libraron de los ataques. Giner dijo que estas fuerzas llevan 20 años en la oposición porque según éste solo saben «protestar» y plantear «denuncias sin sentido», al tiempo que defienden «políticas caducas» y «siempre con las mismas caras». El alcaldable añadió con ironía: «Hay quien no se cansa de perder. ¿Qué regeneración se puede esperar de ellos?». Para Giner, PSPV, EU y Compromís son «más de lo mismo» e «incapaces de liderar un cambio». El candidato reivindicó al partido naranja como la única alternativa «a Rus, al PP y a ese tripartito que disfruta antes de tiempo repartiéndose las concejalías» y se mostró garante de una «política sin remordimientos». «Xàtiva está pidiendo a gritos un cambio, pero tranquilo sensato y centrado; nada de extremismos, rupturas ni venganzas», apostilló.
«No tenemos nada que esconder»
Giner también cargó contra Rus por poner a Xàtiva «en el punto de mira» de los medios «por casos de corrupción, obras faraónicas o comentarios fuera de tono», una circunstancia que animó a desterrar ante el aplauso de una Casa de la Cultura a medio llenar —menos de un centenar de asistentes—, en un mitin central de campaña sin figuras de fuera del ámbito local. El candidato definió C's como un partido de personas «sin pasado político» pero «con mucho futuro por delante» en un discurso lleno de órdagos: «Venimos con las manos limpias y no tenemos nada que esconder», soltó. .
