ay una frase de William Ralph Inge en el siglo XVIII que lo resume: «Hemos escravizado y tratado a nuestros primos lejanos de pieles y plumas tan mal que, sin lugar a dudas, si fueran capaces de formular una religión, representarían al diablo en forma humana». Nacido en una família de amantes de las carnes, me acuerdo cómo eran comunes y bienvenidos los churrascos y otros platos de carne en los fines de semana en casa; también en la escuela. Era algo tradicional. He conocido a muchos deportistas y otros famosos que son vegetarianos o veganos. Pero fue en el colegio donde una amiga —muy inteligente y simpática, características que la hacían todavía más bonita— cuando aprendí que podría vivir sin carne, sentirme muy bien sin ello y dejar de causar sufrimiento animal. Me encantava su pasión por los animales, los temas de la vida y por ser vegetariana. Es fácil pensar que nuestro cuerpo está preparado para comer carnes, leche y sus muchos derivados, como queso etc. Pero muchos estudios prueban que estamos equivocados pues nuestra anatomía no es carnívora. Si pensarmos en la cadena alimenticia, los humanos estamos arriba por nuestra capacidad de raciocinio y creación y no porque tenemos dientes o garras más afilados. Con nuestra inteligencia hemos cultivado muchas maneras de sustituir la carne de nuestra alimentación, posibilitándonos nuestro mundo actual que seamos nosotros quienes elijamos nuestro plato y no que el plato nos elija a nosotros. Pero, ¿Qué está pasando con nuestra alimentación? Mucho gran están siendo modificado geneticamente y cultivado para engordar a los animales más rapido junto con hormonas y conservantes. algo así sólo puede traer perjudicarnos. Comer carne también es un vicio y como todo vicio, cuando lo perdemos se gana mucho. La mayoría de las personas tienen intolerancia a la lactosa y no saben que muchas alergias, dolores de cabeza, del abdomen o en las articulaciones pueden estar causado por el consumo de leche. ¡Pensar que consumir leche de vaca es importante por el calcio es un otra equivocación! Las proteínas de la leche animal aumentan la acidez del Ph del cuerpo humano, que a su vez lo detrae de nuestro esqueleto. El mismo calcio que nuestros huesos necesitan es utilizado para neutralizar la acidez provocada por la ingestión de leche. Podemos intentar un estilo de vida que sea mejor para nuestra salud y para el mundo.
