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Los daños del retablo de Sant Feliu ya los detectó un experto en abril de 2014

Josep Lluís Cebrián fotografió las tablas enmohecidas y apunta a defectos del proceso de restauración

Los daños del retablo de Sant Feliu ya los detectó un experto en abril de 2014

La trascendencia pública de que el retablo de Sant Feliu está dañado ha tenido lugar ahora; más concretamente el pasado 1 de agosto y en la misa del patrón. Pero —como mínimo— las tablas afectadas de esta pieza del siglo XV ya presentaban un estado muy similar hace más de un año, en abril de 2014. Así lo ha revelado el historiador del arte, escritor y divulgador Josep Lluís Cebrián. En su blog, Art i Patrimoni, cuenta que en la romería a Sant Feliu del año pasado los feligreses ya podrían haber detectado esta anomalía puesto que él, personalmente, descubrió las manchas e incluso las fotografió en abril de ese año, en una visita al templo.

Las imágenes las reproduce ahora en su blog Cebrián y son las mismas que acompañan esta información. La presencia de una especie de manchas blancas es más que evidente. Pero el autor apunta hacia posibles deficiencias en la restauración —llevada a cabo entre 2003 y 2005— y extrae, entre otras conclusiones, que si ya existían esas manchas hace más de un año, la teoría de que el extraordinario calor del último mes de julio pudiera ser el causante de estas erosiones se desvanece.

«El 10 de abril de 2014 subí a realizar unas fotografías del retablo de Sant Feliu que me interesaban porque hacía unos meses había recomendado a un coleccionista la adquisición de una tabla del Mestre de Xàtiva que la galería Sotheby's había sacado a subasta en Estados Unidos», explica Cebrián. «Al adquirir la tabla —añade— y repatriarla me encontré estudiando aquella pieza. Pude comprobar entonces que varias tablas del retablo de Sant Feliu presentaban una especie de moho blanco».

Según Cebrián, «bajo mi punto de vista el proceso de deterioro afecta de momento sólo a las reintegraciones de las lagunas pictóricas, las cuales se realizaron según los restauradores a base de acuarela. El problema pues, estaría provocado por estas acuarelas de reintegración, el barniz protector y el grado alto de humedad del clima local. Pienso que no se trata de un problema de altas temperaturas (en el Museo de Bellas artes de Valencia saben de todo esto) ni tampoco del edificio. El retablo lleva ahora hace cinco siglos en aquel muro de la iglesia. El problema residiría en la técnica de reintegración empleada y una reacción de la acuarela, el barniz y la humedad. No he encontrado esta patología en obras pictóricas restauradas, aproximadamente, antes del año 2005», subraya el experto.

También daños en la Seu

Cebrián se pregunta: «qué hacer con estas manchas blancas que van esparciéndose por el retablo y que desde bajo recuerdan tanto las excrecencias de salitre que aparecen a los muros húmedos de las casas viejas de Xàtiva. Se ha hablado —prosigue— de que hace falta un bastidor para subir a las zonas superiores del retablo... Yo simplemente iría al Museo de la Seu de Xàtiva, donde al menos dos tablas ya están empezando a sufrir la misma patología. Me refiero a los Desposoris de Gaspar Requena y la Visitació de Maria a Isabel. En la Seu será muy fácil tomar unas muestras de estas manchas blanquecinas y después realizar un análisis químico», propone. Asimismo, añade que el retablo del Juicio Final (Mestre de Borbotó) de la Torre de Canals presenta también un evidente deterioro, aunque apunta a «otra patología».

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