La estrella que iluminó ayer la Fira de Xàtiva es una estrella cercana, accesible. Una estrella que cae bien, a la que se admira. Y en el espectáculo de anoche, su brillo resplandeció más si cabe. Puede que el de ayer en la Murta sea el espectáculo máximo en el que Botifarra y su ciudad se den la mano: inauguración ferial, las dos bandas de música, la Nova y la Vella, y miles de espectadores que abarrotaban la Murta. No se quejará Laura Llorens, Reina de la Fira de 2015. Con las salvas de rigor y un protocolo sencillo, el nuevo alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, proclamó a la máxima representante de la feria y dio por iniciada la presente edición, esa Fira «amalgama de tradición, comercio y espectáculos culturales y lúdicos», subrayó.
El primer edil abrió su discurso con un poema de Gonzalo Viñes, de 1932, en el que se glosa la Fira de Xàtiva, una celebración que para el alcalde «ha de tener la capacidad de unir voluntades y esfuerzos». Cerdà no obvió el notable cambio político habido en Xàtiva tras las últimas elecciones municipales. Es la primera feria en veinte años sin el PP y sin Alfonso Rus en la alcaldía, y el munícipe socialista enmarcó esa novedad en «un nuevo tiempo que ha de traer nuevas prioridades y nuevas maneras de hacer», recalcó.
Cerdà no dejó pasar por alto que la de este año ha sido una edición ferial «que hemos tenido que organizar con muy poco tiempo», pero agregó que «estamos satisfechos del resultado». Pese a tratarse de una feria de transición „término que el propio equipo de gobierno admite„ y que deberá dar paso, en el futuro, a un modelo ferial más elaborado, el alcalde dijo en su parlamento de ayer que «este año ya podemos apreciar cambios significativos». Y citó «la recuperación del Festival de la Cançó, el teatro profesional en valenciano o el nuevo formato» de los espectáculos de inauguración y clausura ferial, desmarcados de los que el PP programó en sus últimos años.
En su discurso como Reina de la Fira de Xàtiva de 2015, Laura Llorens Pardo demostró lo importante que es la feria en su vida. Conoce el tiro y arrastre, ha participado en las paellas o „sobre todo„ su pertenencia a las fiestas de la calle del Puig, barrio que alberga siempre la primera nit d´albaes, le hace estar extraordinariamente familiarizada con ese acto que „esta pasada madrugada„ iba a tenerla a ella como principal invitada. La reina habló de sus damas y de sus acompañantes, destacó el apoyo familiar y subrayó que las ganas e intensidad con la que espera vivir esta Fira. «Me gustaría que se adentren en las calles del casco antiguo, que visiten el Castillo y el museo, que paseen por la Alameda y den trago en la Font del Lleó, que prueben nuestro arroz al horno y la monjàvena, que tomen una copa en la plaza del Mercat, situada a los pies del campanario de la Seu, que conozcan nuestra cultura...», pidió anoche Laura en su brillante discurso.
Superada la proclamación y los fastos protocolarios, había hambre de Botifarra. Y a las 12 y 5 minutos irrumpió en el escenario Pep Gimeno, que no tardó en contentar al personal. «Ací hi ha més gent que en la Guerra, la puta mare», soltó. La granaína del Tio Palero „castañuelas en mano„ abrió el recital, a la que siguió El casamiento de María la Xapa. «Dirigiéndose de nuevo al público tras la primera pieza de la noche, dijo: «Ben parits, vaja el món a la porquera. Tenia ganes de cantar en Xàtiva. Açò no es farà més, o sí mestre? Es repetirà com la Botifarra?», se preguntó, para hilaridad de unos espectadores entregados.
Presentó el acto Juanjo Prats. Asistió el presidente de las Corts, Enric Morera. La Murta estaba a reventar. Al cierre de esta edición el espectáculo proseguía.
