Los rumores de que estaba muy enfermo y las dos o tres ocasiones en las que la voz no le respondía pusieron un nudo en la garganta a los allí presentes. Fue en la plaza del Mercat de Xàtiva, dentro de la programación de la Fira d'Agost de 1993. Un año y medio después, Ovidi Montllor (Alcoi, 1940) moría en Barcelona víctima del cáncer de esófago que le había estado minando. El de Xàtiva fue uno de sus últimos recitales. Levante-EMV cubrió informativamente el recital. Hoy, 22 años después y dentro de los actos del vigésimo aniversario de su fallecimiento, las imágenes de Perales Iborra cobran un valor de extraordinario documento. Dos de las que aparecen en este reportaje eran inéditas y se han publicado hace apenas unos días en el libro de la feria. Las otras se publicaron en la crónica de la actuación.
El periodista Vicent Soriano fue uno de los espectadores aquella inolvidable velada. Recuerda «lo mal que lo pasábamos por verle así, con esos problemas de voz y esa tos», evoca. También lo fue el entonces niño y futuro cantautor Feliu Ventura, quien aún mucho más pequeño ya había acudido también al recital que Ovidi compartió con Raimon en la plaza de sant Jordi de Xàtiva a finales de los 80. Es muy probable que aquellas dos actuaciones, especialmente la segunda, influyeran en su decisión de cantar. Porque sabida es la veneración que Feliu siente por el de Alcoi. Así lo recordó, sin ir más lejos, el pasado domingo en su recital de la plaza de la Seu, concierto en el que tocó La samarreta y Homenatge a Teresa. Y de manera más amplia anteanoche, durante su actuación íntegramente dedicada al repertorio del alcoyano en la programación del Ateneu Popular, en la plaza de Sant Jaume.
Soriano recuerda que después de aquel concierto muchos pensaban que quizá era la última vez que le verían cantar. «Creo que dijo algo así como: estar anunciado en Xàtiva me obliga a hacer un esfuerzo, no podía fallaros», cuenta. «Y cada dos por tres se daba la vuelta para alejarse del micro y se ponía a toser», añade. Soriano cuenta que también hizo algunas fotos del concierto, «y en una de llas, involuntariamente, le captó tosiendo y dándose la vuelta para que la gente no le viera. También recuerdo —añade— que dijo varias veces, perdoneu; perdoneu. Y la gente le ovacionaba... ¡Claro que le perdonábamos, si se estaba dejando la vida en escena!», se emociona Soriano. La de Xàtiva fue, probablemente, una de las dos o tres últimas actuaciones de Ovidi Montllor. «Faré vacances», decía, en sus últimos días, sabedor ya de su final. Hace ya veinte años de ello. Sus canciones, sus películas y la huella de una actuación memorable (hubo otras) en la Fira de Xàtiva quedan para siempre en el recuerdo.
