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Las Ambaixades Mossàrabs y Cides clausuran los Moros i Cristians

La pólvora, el sonido de arcabucería y los versos de Joaquín Cervino marcan el final de las fiestas

Las Ambaixades Mossàrabs y Cides clausuran los Moros i Cristians

Las Ambaixades de Mossàrabs y Cides pusieron fin ayer a las fiestas de Moros i Cristians de Ontinyent 2015, en una jornada marcada por la pólvora y el sonido de los arcabuces. La Ambaixada Mora de Mossàrabs tomaba el castillo por la mañana después del infructuoso diálogo entre los dos bandos. El embajador moro, Ignacio Bordera, junto al abanderado, José Pedro Jordá, proclamó el texto de Joaquín José Cervino para conquistar la plaza ontinyentina y tras una lucha entre los dos ejércitos, el de la media luna coronaba con su bandera el castillo. Por la tarde, las tropas del bando de la cruz recuperaban el castillo, después de que el embajador cristiano, Raül Albuixech, acompañado por el abanderado, Amadeo Juan, proclamara los versos de Cervino y se impusieran en la batalla al ejército de la media luna, en la Ambaixada Cristiana, este año con la comparsa Cides.

Antes de la Ambaixada tuvo lugar una misa en la parroquia de Sant Carles, presidida por la imagen del Santísssim Crist de l'Agonia. Tras la eucaristía, a las once de la mañana comenzaba la batalla de arcabucería entre moros y cristianos previa a la Ambaixada Mora. Los moros partían del barrio de la Cantereria y los cristianos del Pont de Santa María. Antes de la Ambaixada Cristiana también tuvo lugar la batalla de arcabucería previa, intercambiándose los lugares de salida.

El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, no quiso perderse el tradicional acto que pone fin a las fiestas y contempló la Ambaixada desde el balcón del ayuntamiento, que este año permaneció abierto. Desde allí también siguieron el acto diversos ediles, miembros de la Societat de Festers y de la delegación de la Asociación de Cronistas de México.

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