En 2006, el Ayuntamiento de Xàtiva aprobó un proyecto de intervención en la obsoleta acequia Murta valorado en más de 800.000 euros. El objetivo: desviar y modernizar la vital infraestructura hídrica para evitar que su trazado atravesara el casco urbano, reduciendo así la contaminación que enturbia las aguas de riego. Prácticamente una década después, la obra permanece bloqueada a la espera de que la Generalitat consigne los fondos necesarios para materializarla. El plan, reivindicado repetidamente por los regantes, prevé la instalación de diversas arquetas de inspección a lo largo de la acequia para facilitar el mantenimiento de la conducción. Sin estos depósitos, las labores de limpieza y control de la suciedad que obstruye y reduce el caudal de la instalación se ven muy dificultadas. Las filtraciones de aguas residuales y pluviales provocan constantes fugas en los polígonos, mientras los comuneros de la Murta denuncian que los recursos que utilizan para regar están invadidos de aguas fecales, a tiempo que alertan de que la presión excesiva a la que se somete la tubería puede hacer que termine rompiéndose en algunos tramos.
Prioridad para la concejalía
Pese a la insistencia, durante la última legislatura el anterior equipo de gobierno únicamente ejecutó una actuación para frenar las inundaciones y el peligro de colapso en el tramo de acequia que atraviesa la vía férrea a la altura de la discoteca Apache. Desempolvar el proyecto —que duerme el sueño de los justos en los cajones del consistorio— y reunir la financiación necesaria para materializarlo constituye uno de los compromisos que mantiene el tripartito. El desvío de la acequia es, de hecho, una de las pocas inversiones de calado previstas por ahora por el actual gobierno, junto a la rehabilitación del convento de Sant Domènec. El regidor de Aguas, Ignacio Reig, la señala como una de las mayores prioridades de su departamento y marca el objetivo final de evitar que las aguas fecales terminen en los cultivos de los agricultores, aunque los problemas del canal de Bellús, más acuciantes, relegan esta actuación a segunda plano. El costoso proyecto original contempla una serie de obras para garantizar el saneamiento de la importante infraestructura de la Murta. Reig sugiere que la Epsar podría financiar una parte de las obras, aunque admite la dificultad de reunir el dinero para 2016 dadas las penurias financieras de la Generalitat y no descarta otras soluciones alternativas para aliviar los problemas puntuales de la conducción.
