La Albereda Jaume I se transformará a partir de esta misma semana en un espacio libre de coches cada domingo y día festivo del año. La zona comprendida entre el edificio de Correos y el ayuntamiento se cerrará al tráfico y únicamente podrá ser transitada por peatones. Se trata de una experiencia piloto que el concejal de Tráfico de Xàtiva, Miquel Lorente, desgranó ayer con la mirada puesta en convertir este punto neurálgico de la ciudad en una prolongación del jardín José Espejo, «un gran espacio para las personas» en el que los coches no limiten la actividad de los vecinos durante la jornada dominical.
El paso de vehículos quedará interrumpido en la Albereda entre las 9. 30 y las 24 horas. Para Lorente (EU), la propuesta «abre un nuevo espacio en el corazón de la ciudad», que el consistorio pretende llenar de actividades culturales, lúdicas y deportivas. «Las calles y las plazas del centro han de volver a ser para pasear y no para transitar», resumió ayer el teniente de alcalde.
La intención del edil es exportar la iniciativa, si funciona, a otros puntos del casco antiguo de Xàtiva, en el marco del ambicioso Plan de Movilidad que la corporación municipal está preparando junto a diversos colectivos, con el propósito de poner fin a la saturación del tráfico en el centro histórico. De esta forma, la intervención en la Albereda puede considerarse un ensayo previo hacia una futura peatonalización total o parcial de determinadas zonas como la Plaça del Mercat. La medida anunciada ayer, sin embargo, generó suspicacias en el seno de la Iniciativa por el Casco Histórico. A través de las redes sociales, la plataforma la calificó de «decepcionante» y precipitada. Además, la entidad mostró el temor de que comporte una ampliación del tráfico que circula por el casco antiguo, bastante castigado per se. Lorente, sin embargo, descartó de lleno estas posibilidad y subrayó el tránsito se desviará hacía la calle Carlos Sarthou para conectar con República Argentina, la Baixada del Carme y volver a Selgas.
Prueba piloto
El concejal remarca que la actuación en la Albereda constituye una prueba piloto en un día y una fracción de tiempo determinados dentro del conjunto de intervenciones que baraja el consistorio para suavizar el tráfico en el casco antiguo. Además, se llevará a cabo durante jornadas de baja intensidad vial, cuando no suele haber problema para aparcar en las inmediaciones. Según ha podido saber este diario, en cuestión de un mes se estudia restringir también el tránsito de forma similar en un punto concreto del centro histórico con el objetivo de poner fin al circuito circular existente en la actualidad. «No queremos que el casco antiguo se pueda cruzar de parte a parte en coche», mantiene el edil de Tráfico. La idea es romper esa continuidad y forzar a los vehículos a tener que abandonarlo en un determinado momento.
