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El primer pleno de la Mancomunitat termina en bronca

Granero (PSPV) asume la presidencia del ente de la Costera entre reproches de otros partidos por la falta de consenso

El primer pleno de la Mancomunitat termina en bronca

La Mancomunitat de la Costera-la Canal volvió ayer a manos del PSPV después de dos décadas de dominio popular. El alcalde de l'Alcúdia de Crespins, el socialista Roberto Granero, obtuvo el respaldo mayoritario de los alcaldes que integran el ente, después de ser propuesto por la dirección comarcal socialista para el cargo. Granero tenía garantizado el nombramiento, puesto que 13 de los 20 munícipes del pleno pertenecen al partido de la rosa. Al final, recibió también el respaldo de los alcaldes de Moixent y Llanera, de Ciudadanos, y de los independientes de Cerdà y Llocnou.

El tradicional consenso que rodea el ente, sin embargo, saltó por los aires a las primeras de cambio. Granero tuvo que enfrentarse a dos candidatos alternativos en la fase de votaciones: el alcalde de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz (Compromís) y su homólogo de Barxeta, Vicent Mahíques (EU). Una circunstancia insólita hasta la fecha. El primero se mostró especialmente crítico con las formas mostradas por el PSPV como partido mayoritario en la Mancomunitat. Los socialistas llegaron al pleno sin haberse dirigido una palabra con los representantes del resto de formaciones para tratar de consensuar una candidatura a la presidencia. Algunos alcaldes criticaron la «prepotencia» y los rifirrafes no tardaron en salir a la palestra. Muñoz censuró la premura con la que había sido convocado al acto de constitución, ese mismo día, y amagó con impugnar la convocatoria cuando a diversos alcaldes se les permitió votar a pesar de no llevar el carné de identidad encima. Tanto Muñoz como Mahíques votaron en contra de la designación de Granero. El único alcalde del PP en la entidad, Evarist Aznar, optó por abstenerse.

Pese al incontestable apoyo que lo avala, diversos munícipes cuestionaron en los pasillos la falta experiencia en la Mancomunitat de Granero y el inconveniente de que en dos años tendrá que dejar la presidencia en virtud del pacto bipartito en su municipio.

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