Tres no son ninguno, pero cuatro o cinco empiezan a serlo. Hace más o menos un año el Olímpic vivió por una situación similar a la actual: tres jornadas, ningún gol, un punto. Ahora son tres jornadas, un gol, cero puntos. Entonces el partido en Paterna fue un bálsamo que calmó los primeros picores. Debutó Álex Cortell, se marcó el primer gol y se sumaron tres puntos. Fue el primer ultimátum salvado por el entrenador, hubo más. A día de hoy suspiramos por repetir el resultado del partido jugado la pasada temporada.
Y es que los puntos deben calmar a un Olímpic nervioso, que empieza a tener cierta ansiedad, que comete errores puntuales decisivos, que, como pasó ante el At.Baleares, en palabras del entrenador, «regala» más de veinte minutos de partido con el marcador en contra. Kike Alcázar, el presidente, debe empezar a pasarlo mal ante la posibilidad de no puntuar en los dos siguientes partidos ante el Valencia B y el Huracán de Toni Seligrat.
Acepto los muchos cambios en el equipo y cuerpo técnico como atenuante (ante el At.Baleares solo hubo tres jugadores de la pasada temporada sobre el terreno de juego), acepto que falte aún más compenetración, acepto algo de mala suerte y algo de errores arbitrales, pero, toca ya puntuar.
Hay mucha ilusión en el nuevo proyecto, hay más socios que en años anteriores, se está modernizando el club pero, este proyecto se sustenta en un equipo de segunda B. Deseo que la situación cambie pronto, pero no solo pensando en los jugadores, sino también pensando en los aficionados, en el cuerpo técnico y, sobre todo, pensando en el presidente que ha arriesgado mucho por el Olímpic.
Si no cambia, aviso, Alcázar y Garrido se vestirán de corto para empujar desde el campo. Espero que no llegue ese momento porque no me gustaría estar en la piel de los jugadores. Será una buena señal que no sea necesaria. Con ilusión jugamos en Paterna.
