Llegó la primera victoria. Como se esperaba con mucho sufrimiento, con más que la temporada pasada. Sufrimiento que es sinónimo de actitud, trabajo en equipo y esfuerzo. Dijo Fernández Romo tras el partido que «lo que no se ha podido ganar en juego se ha ganado en actitud». Así fue. El Olímpic no quería ganar así, pero así ganó, y todos respiramos tranquilos con los tres puntitos que figuran en el casillero. El gol del Olímpic fue perfecto, de los que hay que repetir.
La semana, seguro, hubiera sido distinta con cero puntos y ante la perspectiva de enfrentarse al Huracán, que es más peligroso como visitante que como local, y tener que jugar los dos siguientes partidos como visitante ante el Eldense y el Llosetense. No insisto, porque esa no es la realidad, y es hablar de algo que no se ha dado, afortunadamente.
La realidad es que poco a poco todos vamos conociendo a la plantilla, al cuerpo técnico y además también se van conociendo más entre ellos. Se van conociendo otras opciones de once con la inclusión de Sipo, con la recuperación de Polaco, Rifaterra y Rulo, con la juventud de Zarzo, con los nuevos papeles asignados a jugadores como Berna Ballester? Empiezo a tener un posible once que me gusta más que, el que a lo mejor, dispone el entrenador. Pero, creo, eso es bueno, todos tenemos algo de entrenador.
Llega el partido contra al Huracán. Motivación toda, por el rival, al que siempre le tenemos unas ganas especiales; por Toni Seligrat; y porque tenemos que recuperar la Murta. Si queremos hacer una buena campaña hay que hacerse fuertes en la Murta, si se convierte en un feudo fácil para los rivales y esperando un fallo, o la fortuna, se llevan siempre los tres puntos, mal iremos. Lo de jugar sábado, otro debate. Lo dejo para la próxima.
