Un informe emitido por un taller mecánico de Xàtiva el pasado 31 de agosto confirma que el vehículo oficial utilizado durante la etapa de la anterior corporación del PP permanece averiado en sus instalaciones desde hace año y medio, pendiente de ser reparado. El área municipal de Hacienda del actual consistorio investiga un posible fraude después de detectar numerosas facturas de combustible con cargo a la matrícula del coche durante el periodo de tiempo comprendido entre abril de 2014 y mayo de 2015, cuando el automóvil se encontraba supuestamente inmovilizado en el taller y no podía ser utilizado.
El vehículo, cedido hace años por la Diputación de Valencia para tareas municipales, era empleado con frecuencia por el exconcejal de Seguridad del PP, José Antonio Vidal. La investigación trata de averiguar si éste u otros miembros de la corporación hicieron un uso indebido del mismo. Una de las hipótesis que baraja el ejecutivo apunta a la posibilidad de que la facturación del Ford Scorpio camufle en realidad el repostaje de vehículos privados cuyo combustible podría haberse cargado a la caja del consistorio haciendo constar la matrícula del coche de titularidad municipal.
Vidal rechaza cualquier irregularidad y subraya que Intervención siempre avaló los pagos. Además, niega que el coche estuviera inoperativo durante más de un año. «Se estropeaba y se volvía a reparar, pero seguía en uso», observa. También afirma que no era el único que utilizaba el vehículo, adscrito al área de Protocolo.
No pasó la ITV
Sin embargo, el informe del taller mecánico al que ha tenido acceso este diario pone bajo cuarentena algunos de estos argumentos. El documento refleja que el Ford Scorpio entró en las instalaciones el 31 de marzo de 2014 «con el encargo de realizar una revisión de mantenimiento pre-ITV». Los operarios efectuaron la tarea solicitada, pero el automóvil «no pudo pasar la ITV debido a una serie de averías que, de no ser reparadas, lo imposibilitan». El principal problema respondía al exceso de gases contaminantes que generaba, que obligaba a «cambiar varios tramos de escape». La reparación, sin embargo, no llegó a realizarse debido a «la falta de material original del vehículo, dada su antigüedad», añade el escrito.
El informe del taller termina recomendado al consistorio «la no reparación del vehículo» como consecuencia de «los problemas con el suministro de materiales». Además, al tratarse de un automóvil de gran cilindrada «comporta unos consumos elevados y una alta tasa de contaminación ambiental». A raíz de estas sugerencias, el alcalde Roger, Cerdà, ha ordenado este mismo mes dar de baja el coche, cuyo destino consiste en ser reducido a chatarra.
