El gobierno municipal de Xàtiva sacó adelante en el último pleno las ordenanzas fiscales de 2016 con la abstención de los 5 concejales del PP y el voto en contra de Ciudadanos (C's). Ambas formaciones se opusieron a la introducción de dos tramos diferenciados en la tasa de agua potable que gravarán a los vecinos en función de su consumo, tras advertir de que la medida podría perjudicar a familias numerosas, empresas y comercios. Mª José Pla, portavoz del PP, también censuró la subida del impuesto de circulación a los vehículos de mayor potencia —que supondrá unos ingresos adicionales de unos 13.000 euros—, así como la supresión de la bonificación del 100% en la tasa municipal de basura aplicada por Rus. PP y C'S rechazaron el recargo del IBI a los propietarios que tienen en su poder más de tres inmuebles vacíos, una propuesta que tildaron de «populista» y «confiscatoria».
Según los cálculos del regidor de Hacienda, Ignacio Reig, la nueva tasa del agua beneficiará a 10.200 usuarios de la ciudad que verán premiado su consumo moderado con una rebaja del recibo. Por el contrario, penalizará a cerca de 4.500 usuarios que actualmente gastan más de 24m3 de agua, un techo que el edil considera «más que suficiente» y que equivale al consumo medio de una familia de 4 miembros. Reig subrayó que en las ordenanzas «no hay rebajas ni incrementos considerables» y aclaró que el recargo del IBI a los pisos vacíos se orienta a castigar a bancos e inmobiliarias con inmuebles en desuso. El concejal defendió que la tasa de basura se ajuste al coste real del servicio y que deje de eximirse a todos los usuarios independientemente de su poder adquisitivo y reiteró que la ordenanzas de 2016 «redistribuyen la carga impositiva» y fomentan el consumo responsable y sostenible.
100 ? por cada boda en el castillo
Casarse en el castillo, el Palasiet o la Casa de la Cultura va a dejar de ser gratis. La nueva tasa de 100 euros por celebración aprobada por el consistorio supondrá unos ingresos aproximados de 4.000 euros, una cantidad muy inferior a los 14.000 ? que, según C's, presupuesta al año el ayuntamiento en gastos derivados de las ceremonias. El PP se opuso a la regulación.