El equipo de gobierno de Xàtiva ha encargado un estudio jurídico para evaluar la situación de los empleados adscritos a la empresa pública municipal. Proexa, dedicada hasta el momento a la compraventa de aparcamientos, absorbió en 2011 al personal de la oficina de la recaudación después de que la anterior corporación presidida por Alfonso Rus decidiera desmantelarla para delegar en la diputación la gestión de los tributos. Desde entonces, los empleados figuran cada año en las cuentas de la sociedad como si pertenecieran a su plantilla a pesar de que en realidad su actividad no está vinculada a Proexa, sino que trabajan directamente para el ayuntamiento. Esta anomalía, denunciada de forma reiterada por Compromís durante la pasada legislatura, condujo a la coalición a desmarcarse de sus socios de gobierno durante el transcurso de la Junta General del sábado. Sus tres concejales quisieron ser consecuentes con esta beligerante postura y votaron en contra del presupuesto de la firma. La portavoz Cristina Suñer recalcó que la «contratación irregular» de estos trabajadores costará a las arcas municipales 150.000 euros. En los últimos años ha venido consumiendo un 30% de los fondos presupuestados por la corporación para mantener a flote a Proexa, muy lastrada por la deuda y prácticamente sumida en la inactividad. Con anterioridad, Compromís acusó a Rus de «enchufar» a dedo a la plantilla de la anterior empresa de la recaudación por afinidad política. El exalcalde justificó la contratación para evitar el despido de 3 empleados.
Las cuentas de la firma, en cualquier caso, salieron adelante con el voto favorable del PSPV y sus socios de EU. Ciudadanos y PP se abstuvieron. El portavoz socialista y edil de Hacienda, Ignacio Reig, subrayó que el ejecutivo está esperando a conocer el contenido del estudio de legalidad demandado antes de decidir la forma de proceder con los empleados para «dar solución» a la problemática.
Nuevo rumbo en la entidad
Mientras tanto, la nueva dirección de Proexa ha liquidado toda la deuda —más de 700.000 euros— que arrastraba de la anterior legislatura, lo que supondrá un ahorro de 300.000 euros anuales entre intereses y amortizaciones. También se han introducido cambios en la contabilidad con la mirada puesta en reorientar el rumbo de la firma a la reactivación económica de la ciudad. De esta forma, los trabajadores podrían centrar sus tareas en este cometido. Otra prioridad es dar salida a las 400 plazas de aparcamiento vacías que tiene en propiedad la empresa, la mitad de ellas en el garaje sin uso de la Avenida Corts Valencianes, cuyo mantenimiento conlleva un desembolso de 22.500 euros al año.
