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Memorias de la infancia de los 50

Francesc Belda presenta hoy en Xàtiva su libro «Carrers de fang», sobre su paso de campo a ciudad

Memorias de la infancia de los 50

Un niño de once años que durante todo ese tiempo ha vivido en el campo se muda a la ciudad. De este choque de estilos de vida habla Carrers de Fang, la última obra de Francesc Belda, que esta tarde se presenta en la Casa de la Cultura de Xàtiva a partir de las 19:30 horas por el profesor del IES Josep de Ribera Josep V. Martínez y por una serie de figurantes de Serra Grosa Teatre, que leerán y representarán estampas de la época. «Carrers de fang eran las calles del pueblo en aquella época, que eran de tierra y se llenaban de barro cuando llovía», explica Belda. Calles de tierra como la que aparece en la portada de la obra, que corresponde a José Pelejero y que inmortaliza la calle Santa Rosa de Vallada en los años 50. Precisamente, del escenario y del período de tiempo en los que se enmarca la narración. «Se trata de unas memorias en las que se reflexiona sobre aquello que el niño va viendo y viviendo. Sobre la vida en sociedad», explica el propio autor.

Al ojear el índice, llama la atención la ingente cantidad de capítulos que contiene: 197, si bien es cierto que muchos de ellos ocupan incluso menos de una página. «He seguido la pauta de Juan Ramón Jiménez, de quien soy un fiel admirador, y que consiste en capítulos cortos con una prosa, a veces, poética». Con casi doscientas páginas, es imprescindible saber el libro responde a los recuerdos que el autor conserva o al rescate de algún tipo de diario de aquella época. «Está escrito de memoria», confiesa Francesc Belda. «Tenía un índice de cosas que podía tratar, y los capítulos son pinceladas de aquel tiempo. No hay un hilo conductor claro». Además, reconoce la dificultad que ha supuesto ordenarlo cronológicamente. «Quizás hay capítulos que no se corresponden en el tiempo, pero no tiene importancia porque son descripciones, como lo que sucede un domingo por la tarde». El solfeo, el cine de verano, aprender a nadar, el fuego, correr, la lluvia o los corrales son algunos de los capítulos sobre los que reflexiona Francesc Belda, cuya vida profesional ha estado siempre ligada al mundo de la enseñanza.

Después de escribir estas páginas, el autor se encuentra con dos modelos de vida. Dos épocas diferentes. Y citando a Jorge Manrique, asegura que «cualquier tiempo pasado fue mejor». «La infancia es la época más rica de una persona, y los niños de aquella época éramos felices pese a las carencias que teníamos», explica al tiempo en que reflexiona sobre cómo ha cambiado todo. «Antes las puertas de casa estaban abiertas, las llaves en el paño, los niños jugando en las calles y la gente feliz. Me choca con lo que vemos ahora, cuando la gente tiene una vida llena de comodidades y no se manifiesta esa felicidad. La vida social tiene muchas deficiencias en la actualidad», opina Belda.

Autoedición

El autor de Carrers de fang lamenta las dificultades que conlleva en la actualidad la edición de un libro. «Muchas veces te llevan a autoeditarte tu obra, y si está escrita en valenciano, esas limitaciones se magnifican». Pero pese a todo, el autor ha optado por seguir adelante porque «lo que de verdad importa es la satisfacción de ver que el libro puede llegar a la gente. Y la satisfacción de saber que siempre quedará para la posteridad la forma en que los niños vivían durante aquella época».

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