Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El campo se encomienda al olivo y el caqui para paliar la merma del 30 % de la cosecha citrícola

El sector olivarero de la Canal, la Costera y la Vall d'Albaida prevé hasta un 75 % más de producción que la última campaña

El campo se encomienda al olivo y el caqui para paliar la merma del 30 % de la cosecha citrícola

La campaña citrícola ha arrancado un año más en la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida ensombrecida por las negras perspectivas que apuntan a una merma de entre el 20 y el 30 % en la producción de mandarinas y naranjas, según las previsiones que manejan las cooperativas y agrupaciones de agricultores del sector consultadas por este diario. Este desolador panorama, originado en buena medida por las altas temperaturas sostenidas desde el mes de mayo, ha conducido a los productores de las comarcas a reorientar sus esfuerzos hacia otros cultivos.

La campaña de la aceituna, que dará comienzo a finales de mes, genera expectativas más halagüeñas para el campo y constituye junto al caqui la tabla de salvación para muchos agricultores. Aunque la sequía ha vuelto a influir negativamente en la producción, los olivareros aguardan un incremento significativo de la cosecha en comparación con la del año pasado, cuando los árboles apenas dieron frutos. Julián Úbeda, responsable del sector del aceite en la Unión de Uniones, vaticina una producción de alrededor de 7 millones de kilos en la Costera, el equivalente al 70 % de lo que viene siendo una cosecha media normal en la comarca. Después de dos campañas nefastas consecutivas, el dato invita al optimismo. En 2014, el sector apenas molturó un 25 % de la cantidad habitual: unos 2,5 millones de kilos.

«Hace tres años que no estábamos tan contentos». José Pareja, director comercial de la Cooperativa Campo Enguera, describe así las esperanzas depositadas en una campaña que, de momento, «pinta bien». Esta entidad, con más de 2.000 socios, bordeó en 2014 una producción de 4 millones de kilos. Este año, Pareja ve posible alcanzar los 7 millones, un volumen más acorde a la infraestructura de la firma. En la Vall, donde las últimas lluvias han sido especialmente beneficiosas, las perspectivas son similares. A la espera de que el frío mejore los rendimientos del aceite en las próximas semanas, aún bajos, los ruinosos precios siguen siendo el gran quebradero de cabeza del sector.

Un 30 % de la cosecha habitual

En el ámbito citrícola, ningún factor invita al optimismo. Al desplome de la producción „especialmente significativo en las variedades más tempranas y las clementinas„ se suma la incidencia excepcional de la mosca de la fruta en los campos de la Costera y una crisis de precios que el secretario de la Unió de Llauradors en la Vall d'Albaida, Paco Benavent, tilda de «ruinosa» para el agricultor. En esta comarca, subraya el dirigente, hay bancales en los que apenas se observa el 30% de la cosecha habitual de naranjas.

Compartir el artículo

stats