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retos hosteleros y otros anuncios

Entre las buenas noticias que ha deparado la semana por estos lares cabe citar la que, al unísono, publicitaban la regidora de Comerç, Sayo Gandía, y el presidente de AHVAL, Jordi Martínez, más por sus consecuencias futuras que por la coyuntura inicial de proyectar la denominada "ruta de la tapa" en el contexto del proyecto comercial de Ontinyent al carrer con fecha de caducidad. Sin embargo que Martínez abogue por «mantenerla durante todos los jueves del año» es una idea que a poco que se consolide y crezca, entraña unas más que saludables perspectivas de futuro. Pues como es bien sabido Ontinyent, con excepción de fechas festivas muy señaladas en el calendario, sigue mostrándose como una ciudad dormitorio, aquejada del síndrome de "les casetes", que la individualizó y la dejo huérfana de una mayor vida social, y por ende nocturna. Lo demás, con ser ingredientes de aliño, caso de potenciar Ontinyent como «polo de atracción gastronómica», como hacia la regidora, o de «dinamizar la hostelería», no pasa de ser una buena declaración de intenciones que veremos si, con la oferta de 2 euros tapa y bebida, se consolida. Porque esta suerte de caminos resultan a todas luces inescrutables. También compete señalar, respecto a esta iniciativa, la voluntad expresada por Jordi Martínez, acerca de que este proyecto, que ya ha sido experimentado felizmente en otras ciudades, y al que inicialmente se han sumado 15 establecimientos, convenientemente promocionados, a la postre determine que, al ser una idea abierta, sirva para que en su ascenso se «sumen todos los locales de hostelería asociados o no a AHVAL», según ha dejado dicho el dirigente hostelero.

Empleo o bajada de impuestos, buenas noticias. El inicio de un taller laboral que empleará a 30 personas, con un coste que no es moco de pavo, 300.000 euros, cuyo resultado será la necesaria adecuación de un espacio público, caso del solar de la antigua fábrica Tortosa y Delgado, junto al Clariano, se inscribe en el capítulo de buenas nuevas. La inversión será combinada entre el SERVEF y el ayuntamiento. Como lo es también lo que se podría calificar como un «gràcies per la propina»: la bajada del 10% del IBI en 2016, esgrimiendo para ello, digo del edil de Hacienda, Joan Sanchis, la «coherencia». Aunque no habla de discriminar entre barrios o zonas de rentas altas y bajas, tal como sí abogaba en La Vanguardia el economista Niño Becerra al señalar que «no puede tener el mismo IVA un piso en Pedralbes que uno en Nou Barris» (o un mismo un IBI la plaza Concepción que en la plaza la Vila).

Incongruencia y anacronismo. Que a estas alturas de la vigente democracia y a poco más de un mes del 40 aniversario de la muerte del dictador Franco el gobierno municipal ontinyentí siga, erre que erre, así como los cuerpos policiales defensores del orden democrático y de nuestra seguridad, acudiendo a celebraciones de la patrona con «tradicional misa» incluida en el programa, evidencia que aquí el respeto al texto de la aconfesionalidad del Estado sigue siendo puro cachondeo y prevalencia de la tradición y enaltecimiento del dictatorial nacional-catolicismo. Tampoco es muy coherente para Ontinyent —que se postula como ciudad innovadora— que Bocairent y Otos ya la hayan adelantado en la puesta en marcha de un servicio tan generalizado como es el whatsapp para, en este caso, las comunicaciones entre vecinos y ayuntamiento.

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