Siempre conviene detenerse en noticias de cariz positivo, y las que contribuyen a la expansión, nutrición y divulgación, y más en una tierra donde ha primado el cultivo de secano cultural como es el caso de Ontinyent, mejor que mejor. Por ello, la noticia de marras la publicaba el pasado martes este diario: «Ontinyent elimina la tasa de utilización del Teatre Echegaray y la Sala Gomis». La medida, que entrará en vigor el próximo año, supone un efecto reparador a la tropelía que, a nivel nacional, impuso el gobierno de Mariano Rajoy con el dañino incremento del IVA cultural. Pero sus efectos correctores, a poco que desde la regiduría de cultura prime el rigor, la creatividad, la vanguardia o la esencia, puede fer saó entre la población ontinyentina, y por extensión, si sabe ejercer la capitalidad comarcal, entre la valldalbaidina.
Si los criterios esgrimidos por el concejal de Hacienda, Joan Sanchis, son plausibles, no lo es menos el reto que se le plantea al de Cultura, Àlex Borrell, el de crear un filtro —dígase comisión de cultura, de eruditos o como se quiera—, con el fin de que dichos espacios públicos contribuyan al fomento de la actividad cultural, evitando que se dé gato por liebre cultural o, lo que es lo mismo, que cualquier colectivo frívolo y trivial encuentre acomodo en estos lugares, en detrimento del concepto cultural.
A destacar también la toma de conciencia del gobierno de Jorge Rodríguez, en la infra utilización que venía experimentando la Sala Gomis, con trimestres inéditos. La posibilidad que los numerosos grupos musicales que pululan por la ciudad y la comarca puedan encontrar aquí el trampolín escénico desde donde empezar a proyectar su música, se presenta como una opción-vivero más que alentadora. Para ello, solo hace falta que desde la regiduría de cultura ponga a trabajar el engranaje humano del que dispone.
Otoño de esplendor cultural
Indefectiblemente, las diversas noticias de dinámica cultural que atañen a esta segunda mitad de octubre permiten vislumbrar un floreciente otoño cultural en Ontinyent. Sin duda, la más florida de ellas emergía con el anuncio de la Mostra de Cinema 2015, que ya va por su 14 edición, dedicada en esta ocasión a los musicales de Broadway y que con buen tino organiza el ya veterano Cine Club Utiye. Destacando una copia restaurada de la lúcida y lúdica Cantando bajo la lluvia. Si se le añade para el acto inaugural del 28 de octubre en el Teatre Echegaray la música de la banda Limbotheque, pues miel sobre hojuelas. Además, la semana próxima en el Festival de Benvinguda de la UV actuarán Borja Penalba, Kaoba y L'Home Brut.
La cara oscura ontinyentina
Más allá de los minutos silenciosos para la foto, la verdadera noticia para el horror publicada el pasado día 8 por este diario alude a que «17 mujeres víctimas de violencia machista acudieron a los servicios de Ontinyent en verano», y si tenemos en cuenta que esa cifra es, según estudiosos del tema, como la punta del iceberg de muchos dramas que se mascan en los hogares, habrá que concluir que esta es una asignatura pendiente en centros escolares y en la divulgación de una necesaria educación para la ciudadanía, que a totes les edats alcança.
