Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Enguera retira el título de alcalde a Franco y anula la tasa por recoger setas en el monte

El ejecutivo sostiene que la ordenanza fiscal de los pebrazos vulnera la ley y revela que el consistorio solo ha recaudado 791 euros de los 148.500 ? previstos

Enguera retira el título de alcalde a Franco y anula la tasa por recoger setas en el monte

El pleno del Ayuntamiento de Enguera acordó anoche por unanimidad retirar a Francisco Franco los títulos de alcalde perpetuo e hijo predilecto de la localidad que le fueron concedidos hace 72 años. El ejecutivo socialista impulsó la decisión en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica tras reparar en la existencia de un acta en los archivos municipales que reconoce los honores al dictador durante los primeros compases del mandato. El alcalde, Óscar Martínez, remarcó la obligación de «aplicar la legislación» como acto de reparación de las víctimas del franquismo. «Nos parece increíble que después de 33 años de ayuntamientos democráticos no se hubiera derogado», manifestó.

El acuerdo se adoptó con el voto favorable del PP, que justificó el hecho de no haber revocado la resolución en sus 16 años de gobierno por «desconocimiento», dado el tiempo que ha transcurrido. Tampoco los socialistas lo hicieron en su etapa previa al frente del consistorio. Enguera sigue los pasos de Xàtiva, donde una de las primeras medidas del tripartito fue enterrar los privilegios del dictador.

El equipo de gobierno también inició ayer los trámites para derogar la ordenanza fiscal impulsada por la anterior corporación del PP que imponía una tasa de 3 euros diarios a los recolectores de setas y hongos a cambio de obtener permiso para el aprovechamiento micológico en las 18.000 hectáreas de monte público de la localidad. El ayuntamiento hizo una previsión de ingresos de 148.500 euros por temporada. Sin embargo, desde que entró en vigor la normativa „tras dos malas campañas del pebrazo„ la recaudación municipal no ha pasado de los 791 euros, según reveló el actual alcalde. Martínez sostiene que la tasa genera un «efecto disuasorio» que espanta a los potenciales visitantes de la sierra de Enguera y produce una merma tanto en el ámbito turístico como en la economía local.

Discriminatoria y disuasoria

El alcalde afirma que la tasa vulnera la legalidad porque únicamente se exige a los recolectores que no han nacido en la población o no tienen fijado su domicilio en ella. La extensión de terreno forestal de Enguera, por otro lado, dificulta el control de la actividad micológica y obliga a poner «muchos medios», de tal forma que según éste «no compensa» el coste con los ingresos obtenidos. Martínez remarca que ya existe legislación a nivel autonómíco que regula y sanciona la cantidad máxima de ejemplares que se pueden recoger y la forma de hacerlo de forma sostenible, con el propósito de minimizar el impacto ambiental de este aprovechamiento en el monte. El PP se opuso a la derogación.

Compartir el artículo

stats