Menos de la mitad de los 12.000 metros cúbicos de agua que aproximadamente se inyectan cada día en la red de distribución de Xàtiva desde los depósitos municipales terminan computándose en los contadores de los usuarios. Los escapes que proliferan en el sistema son los principales responsables de que gran parte de estos recursos no llegue a su destino a pesar de que la compañía suministradora los factura religiosamente. Por eso, el ayuntamiento ha acogido de buen grado la propuesta de Egevasa para desarrollar un diagnóstico exhaustivo de las fugas de la red mediante tecnología georradar. Localizar y neutralizar las más importantes permitirá rebajar en parte el desmesurado incremento de los costes de suminsitro a raíz de los problemas generados en el canal de Bellús por las obras desarrolladas en su seno.
Hasta que se subsanen estos defectos, la corporación se ve obligada a adquirir a Egevasa prácticamente entre el 60 y el 70% del agua potable que se consume a diario en la ciudad —un 300% más de lo normal—, lo que ocasiona unos excedentes de 250.000 euros al año. Además de trastocar de forma considerable el presupuesto municipal, este escenario de excepcionalidad también crea inconvenientes a la empresa controlada por la diputación, cuyos planes de distribución en la Costera han saltado por los aires.
Los responsables de la firma se reunieron el lunes con el consistorio alarmados por el incremento desorbitado de la factura municipal, que muchos meses sobrepasa el límite máximo de suministro contratado. Ambas partes exploran la forma de mejorar la eficiencia de la red para evitar estos excedentes, a tiempo que negocian la forma de saldar los 365.000 ? adeudados por el consistorio de los últimos dos ejercicios, en los que el consumo se ha multiplicado por 4. Xàtiva pedirá a la diputación que habilite una línea de financiación especial para facilitar el pago.
Derroche «inaceptable»
Ademas del Plan de detección de fugas, el ayuntamiento va a sustituir 1.100 contadores de agua de las casas con el mismo objetivo de ganar eficiencia. Las bombas previstas para mejorar la presión del canal de Bellús y reducir costes con Egevasa podrían estar operativas en diciembre. El regidor Ignacio Reig considera «inaceptable» la cantidad de recursos que se «desperdician» y advierte de que se tardarán como mínimo dos legislaturas en devolver la normalidad a la red, tras achacar gran parte de los problemas a la «mala planificación» de las obras del canal.
