Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Palomar instalará un radar para atajar el riesgo de atropello en su travesía

El consistorio sufragará la medida con el plan de la diputación y castigará el exceso de velocidad

El Palomar instalará un radar para atajar el riesgo de atropello en su travesía

El Ayuntamiento de El Palomar ha acordado dedicar una parte de la ayuda brindada por la diputación a través del Plan de Inversiones Sostenibles a instalar un radar provisional en la travesía de acceso al municipio. Las quejas vecinales por la elevada velocidad a la que circulan algunos vehículos en la avenida Valencia, unidas a los accidentes que se han producido en este punto del término municipal „incluyendo un atropello mortal en la década de 1990„ han conducido al consistorio a adoptar esta decisión.

Tras varios años peleando para que el Ministerio de Fomento cediera al municipio el tramo de la N-340 que atraviesa la localidad para poder aplicar medidas de reducción de la velocidad en su seno, la reivindicación quedó satisfecha en 2010. Sin embargo, ni los pasos de peatones, ni los badenes ni la reducción de la velocidad de 50 a 40 kilómetros por hora han conseguido desterrar la peligrosidad de la vía.

El radar, que se instalará de forma provisional durante 6 meses, representa un paso más encaminado a «concienciar» sobre la necesidad de extremar la precaución en esta travesía para evitar accidentes, según precisa el alcalde de El Palomar, Jordi Vila. La variante de Albaida inaugurada en 2009 ha reducido el tráfico que circula por dentro del pueblo, pero no a los niveles que se esperaba.

La corporación constata como muchos conductores siguen marchando a una velocidad mucho mayor de la permitida, sobre todo los fines de semana. Una vez pasados los 6 meses, el ayuntamiento evaluará los resultados y decidirá si retira el radar o no. «No queremos que esté para toda la vida ni lo ponemos para recaudar dinero. La prioridad es que los conductores pasen a una velocidad reducida: no queremos otra muerte», sentencia Vila. Desde que el antiguo tramo de la N-340 procedente de Albaida es de propiedad municipal, la corporación ha desplegado una importante inversión para transformar el trazado en una travesía urbana segura para los peatones. El alcalde remarca que el coste que implica colocar el radar «no es grande» y por eso se ha querido aprovechar una parte de la última ayuda de 50.000 euros concedida por la diputación. El consistorio contratará a una empresa que lo conectará en una de las farolas de la avenida tras obtener los permisos oportunos. Una vez en funcionamiento, los conductores que rebasen el límite de 40 km/h serán sancionados.

Compartir el artículo

stats