Los tres partidos con representación en el Ayuntamiento de l'Alcúdia de Crespins se alinearon ayer en un pleno extraordinario para expresar a Adif el rechazo frontal del municipio a su plan de sustituir el paso a nivel de vehículos que constituye la principal arteria de conexión con Canals por una pasarela exclusivamente de uso peatonal, en el marco obras mejora y adaptación de la línea ferroviaria que transcurre por la Costera al paso del AVE. La sesión, que congregó a una multitud de asistentes, acordó una batería de más de 20 alegaciones de cariz jurídico y social contra la actuación.
El alcalde, Roberto Granero, enfatizó ayer al «rechazo social» que ha generado la propuesta y manifestó que los planes de Adif supondrían «aislar» a 800 vecinos de l'Alcúdia que residen en la otra parte de las vías y que tendrían que pasar por Canals y dar un rodeo para ir de una parte a otra del municipio. Esta circunstancia perjudicaría a los negocios y supondría una ruptura de la trama urbana.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ha sacado esta semana a información pública el trámite que da inicio a las expropiaciones previas a las obras. La relación de bienes y derechos afectados supera el medio centenar. Entre los propietarios de parcelas a los que se ha comunicado el proceso figura el propio consistorio, que por mayoría también manifestó ayer su oposición a la ocupación de terrenos municipales para la ejecución de los trabajos, cuya fecha de inicio todavía Adif ayer no quiso desvelar.
El equipo de gobierno (PSPV-Compromís) censura que el convenio impugnado no se consensuó con la corporación y acusa al exalcalde y actual edil, Javier Sicluna (PP), de acordarlo de forma unilateral con Adif a cambio de unas inversiones, enterrando un proyecto previo negociado que comportaba la sustitución del actual paso a nivel por un túnel subterráneo que mantenía el trazado para coches. El modificado posterior, sin embargo, aboga por desviar todo el tráfico por la Avenida 9 d'Octubre, una solución que no contenta al consistorio por los problemas de seguridad y congestión vial que lleva aparejados. Ayer, el PP se alineó con el bipartito y negó haber firmado ningún acuerdo.
Molestias vecinales
El ayuntamiento aguarda a que Adif presente el proyecto definitivo para dar el siguiente paso contra la intervención, que el ejecutivo cree que «partirá el pueblo en dos» y dificultará la comunicación con Canals, además de vulnerar la normativa paisajística y ambiental. Las obras contemplan que los trenes de mercancías pasen en un futuro por el núcleo urbano de l'Alcúdia —la actual vía de mercancías al otro lado del Cànyoles se reserva para el AVE— una situación que originará molestias nocturnas para los vecinos que viven a escasos 200 metros de las vías, puesto que el muro previsto en el actual paso a nivel no estaría insonorizado, según fuentes municipales.
