Ante el oscuro panorama que se cierne sobre el futuro del Olímpic, parece que el llamado cuerpo técnico comienza a espabilar. Llama la atención que fuera por primera vez el señor Fernández, entrenador del Olímpic quien dirigiera el entrenamiento del pasado jueves en su totalidad, día importante de la semana para preparar el partido del domingo ante l'Hospitalet, una salida a Cataluña cargada de dinamita, si bien repartida en varios frentes, el más importante la consecución de los tres puntos en litigio, seguido de la condonación momentánea del cese del entrenador, a pesar de que D. Manuel García, vicepresidente y mano derecha de Kike Alcázar y a su vez entrenador del equipo femenino, al que prepara dos veces por semana llegando desde la capital, no lo quiera entender así.

El siguiente frente corre a cargo de lo poco afortunado que está siendo el equipo en momento tan delicado. Nos referimos a las bajas del capitán Mendoza y Álex Vaquero, sancionados, que no podrán ser alineados, ausencias que por mucho que el señor Garcia discrepe cuando asegura que en la plantilla existen los recambios adecuados para que el bloque no se vea debilitado, la realidad es que éstos dos futbolistas, junto a Pepín, son los tres baluartes que están manteniendo el tipo desde que llegaron, soportando el peso de los partidos.

Afortunadamente, el Hospitalet, hasta ahora la bestia negra del Olímpic, este año y debido a que la economía de los clubs —y el Hospi no es una excepción—, han bajado el listón de su economía y no es el mismo de los años anteriores. Ocupa la décima plaza a 9 puntos del líder con un saldo de goles en contra, 13, solo superado por los casi descendidos Olot, 14 , Llosetense 21, seguidos del Español B que lleva 16, incluido el esperanzador golazo de Vaquero el pasado domingo, que al final sirvió para sumar un punto y mantener con alfileres la esperanza de que el equipo inicie la remontada que continuamente auguran los mandamases del llamado cuerpo técnico, que se está haciendo esperar tanto, sin dejar de coquetear con los equipos que ocupan los puestos de descenso que tanto sufrimiento aportan al aficionado un domingo sí y otro también.