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a posteriori

Naufragio

na tarde primaveral y dos goles en 37 minutos parecía que más que un partido de futbol iba a ser para el Olímpic un paseo en lancha. Samu había anotado el primero al cabecear un buen centro desde la derecha y Álex Vaquero, que tiene la patente del gol por la escuadra transformando golpes francos directos, hizo el 0-2.

Mientras tanto, el Olot maniobraba incansable con el balón, dejando constancia de que el boleón no entraba en sus cálculos. Sacaban siempre la pelota jugada desde atrás hasta llegar a territorio enemigo con evidente peligro. En el minuto 42, el visitante Diego redujo distancias haciendo zozobrar la embarcación setabense mostrando lo que se veía venir, el naufragio del equipo, hasta entonces confiado en que todo estaba sentenciado.

Apenas iniciada la segunda parte, Rifaterra puso en duda su experiencia cometiendo una innecesaria falta impropia en él dado que su misión es creativa y no expeditiva. Fue expulsado y ahí acabó teóricamente el partido para el Olímpic. Desde ese momento, la barca era incapaz de soportar el oleaje al que los chicos de Olot sometían con su juego trenzado y vistoso impropio de un equipo debatiéndose en la cola de la tabla.

Experimento. Desde el banquillo, el náufrago señor Fernández no sabía corregir adecuadamente el rumbo, recuérdese que dejó en el banquillo a Mendoza, capitán y estandarte de la tripulación setabense, todo en su intento de mantener la misma alineación del domingo anterior, impuesta por ausencias de fuerza mayor, sin reparar que hay jugadores a los que sentar en el banquillo puede llegar hasta la ofensa si no existe causa justificada. El experimento le salió tan mal que ya con un jugador menos por la expulsión de Rifa tuvo que recurrir al capitán Mendoza para impedir que se le fuera el partido como estuvo a punto de suceder. Con el empate a dos, el Olot se apoderó del campo con llegadas a nuestra área siempre a través de un buen fútbol imposible para el Olímpic agravado por ausencias de los pocos que saben mover el balón con criterio, por ejemplo Luismi Loro y Canadell, ambos relegados a la suplencia, el primero hasta el minuto 82 y el segundo ni convocado. Los 486 espectadores de este partido a diferencia de los 600 y pico ubicados el día del Español quizá merezca un estudio.

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