La recaudación de los ayuntamientos de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida en concepto de IBI ha experimentado en los últimos ocho años un avance imparable. Los últimos datos proporcionados por el Instituto Valenciano de Estadística (IVE) reflejan que en 2014 el impuesto de la contribución „el principal ingreso de las administraciones locales junto a las transferencias del Estado„reportó de media un 89% más de fondos a los consistorios que en 2006, cuando la burbuja inmobiliaria comenzaba a presentar síntomas de hinchazón excesiva.
Un cóctel de factores que gravitan en torno a las causas y consecuencias de la crisis financiera explican esta vertiginosa línea ascendente. El incremento desmesurado del parqué de viviendas en los municipios en base a unas previsiones de expansión urbanística desmedidas. Las recalificaciones masivas de terrenos rústicos a urbanos con vistas a desarrollar programas urbanísticos que nunca han llegado a ver la luz. Las revisiones catastrales forzadas por el Ministerio de Hacienda para engrosar las arcas municipales y aliviar el déficit de la administración. La intensificación de las inspecciones para combatir los inmuebles irregulares al margen de la tributación. La drástica reducción de los ingresos por licencias y permisos de obra y la decisión de los ayuntamientos de delegar la gestión ejecutiva de la recaudación a la diputación, más efectiva y menos tolerante con la morosidad. Son solo algunas de las circunstancias que motivan el fenómeno.
En 2014, la recaudación por IBI creció otro 0,21% y alcanzó un nuevo récord en la Costera, la Canal y la Vall. 53 de los 61 ayuntamientos aumentaron sus ingresos por esta vía. Solo ocho constituyen la excepción: Canals, Castelló de Rugat, Enguera, Montaverner, la Pobla del Duc, Quesa y Xàtiva. Esta última corporación ingresó a través de los recibos de la contribución 9 millones de euros el año pasado, un 7% menos que en el ejercicio anterior pero un 123% más que en 2006. Hace ocho años, el IBI apenas reportaba 4 millones a la contabilidad municipal. A partir de ahí, el capítulo de ingresos por esta vía inició una escalada sin freno que se prolongó hasta las puertas de la cita electoral de 2015.
Para 2016, Xàtiva prevé otra reducción de ingresos de 300.000 euros, a raíz de la bajada aprobada por la anterior corporación municipal. Este año, la previsión inicial de presupuesto determinaba unos ingresos de 8,8 millones de euros, de los cuales el consistorio ha logrado recaudar finalmente 8,6 millones.
En 2016, Xàtiva planea castigar con recargos del 50% en el IBI a los propietarios con al menos tres viviendas en desuso e iniciar la desprogramación de diversos sectores sujetos a actuaciones urbanísticas que la crisis ha impedido desarrollar. De esta manera, los terrenos pasarían a computar de nuevo como rústicos y los propietarios dejarían de pagar el IBI urbano, lo que reduciría las perspectivas de ingresos municipales.
Consecuencias del «catastrazo»
Entre las localidades donde más subió la recaudación por el IBI en 2014 figuran Bocairent (16%), Bellús (28%), Vallada y Cerdà (13%) y Fontanars y Llanera (12%). Pese a todo, el mayor incremento de ingresos por este canal se produjo entre 2012 y 2013 a raíz del «catastrazo» promovido por Rajoy en el marco de su política de ajustes.
