Cinco puntos. Es la distancia que separa al Ontinyent CF del Saguntino después del esperado enfrentamiento entre los dos primeros (2-0). El líder es más líder tras confirmar su estado de gracia en un partido en el que supo jugar sus bazas. El Ontinyent se quedó con las sensaciones de equipo importante, pero los puntos fueron para los romanos. Dos zarpazos, uno en cada tiempo, evidenciaron que el equipo textil sigue teniendo problemas a domicilio. Los de Mullor se mostraron superiores y, posiblemente, si hubiera sido un combate de boxeo el triunfo a los puntos habría caído del lado blanquinegro. En el fútbol, en cambio, solo vale marcar un gol más que el contrario. Y el Saguntino hizo dos. Supo dejar maniobrar al Ontinyent para esperar su oportunidad y matar en los últimos metros. Eficacia se llama. Es la apuesta del cuadro romano. Todos saben a lo que juega, pero nadie puede frenarle.
El Ontinyent lo intentó con sus armas. Incluso, fue mejor que su rival durante muchos minutos. La generosidad futbolística de los de Mullor acabó siendo insuficiente ante la muralla saguntina. «Creo que debemos estar satisfechos con la imagen dada por el equipo», ha dicho Miguel Ángel Mullor. «Es increíble —continúa el técnico blanquinegro— que lleguemos cuarenta veces a línea de banda, centremos y no hagamos ningún gol. No es lo normal, pero a veces pasa», se lamentó el técnico.
El Ontinyent había preparado a conciencia este partido y tenia ganas de dar un golpe encima de la mesa, pero sigue teniendo problemas lejos de El Clariano para cerrar su portería. «Nos falta contundencia y experiencia atrás. Hemos defendido perfecto, salvo en dos acciones. El Saguntino ha defendido mejor que nosotros durante los noventa minutos y por eso ha ganado», explica Mullor. Según el preparador ontinyentí, «también hemos pecado de falta de decisión en los últimos metros porque, sobre todo en la primera parte, se han generado numerosas llegadas. Pese a todo, creo que hemos hecho un partidazo. Debemos mejorar lo de siempre, esos pequeños errores hay que ajustarlos para buscar portería a cero y seguir creciendo».
Ante la dificultad que suponía abrir la defensa rival, el Ontinyent lo intentó también a balón parado, pero tampoco fue el día en este apartado. «Los especialistas no han tenido su día. Son cosas que pasan», apunta Mullor, quien también afirmó sentirse preocupado por el pequeño colchón que ha cogido el Saguntino. «Esto es muy largo y lo que nos debe preocupar es del quinto puesto hacia abajo. Debemos estar contentos por la marcha del equipo y, aunque teníamos mucha ilusión por sacar un buen resultado en el campo del líder, no queda otra que levantarse y continuar», finaliza el entrenador.
Todavía en la zona noble
El Ontinyent ha visto cómo el Elche Ilicitano le vuelve a coger en la clasificación. Ambos están empatados a 30 puntos,. El Alzira (27) es el que cierra la zona de promoción y, precisamente, será el próximo rival del cuadro de la Vall. La derrota del pasado domingo en el feudo del líder, en cambio, no ha puesto en peligro la zona noble para el Ontinyent, pues el quinto clasificado (Crevillent) está a siete puntos. El margen sigue siendo tranquilizador si mantienen la racha de victorias en El Clariano.
