Con la mesa redonda anunciada para ayer concluían en el Centre Cultural Caixa Ontinyent las Jornades sobre la Transició a la Vall d'Albaida, organizadas por el IEVA. Aún queda una de gran interés que se celebrará en Quatretonda, como colofón, el jueves próximo, donde se abordará La situació al camp de la Vall d'Albaida durant la Transició. Con todo, tan extenso como alentador programa de conferencias y debates, grosso modo, no ha tenido el alcance que debieran conseguir unas jornadas como las citadas entre la ciudadanía. Un desinterés que se ha manifestado en la poca asistencia de los menores de 40 años. Precisamente aquellos que, ni de lejos, no vivieron aquel periodo. El perentorio objetivo del IEVA al organizar estas jornadas de arrojar luz sobre aquel tiempo, personajes y pueblos de la Vall ha sido tarea encomiable. De ahí la importancia de abordar, en el transcurso de estas jornadas, el contexto económico, social y político. Inauditamente el interés histórico que entrañaba la programación de estas jornadas, tampoco ha tenido la atención y acogida informativa que cabía esperar entre la mayoría de medios de comunicación de ámbito local y comarcal. Debido, y corroborado, entre otros motivos, a la precariedad de estos medios, cuyas menguadas plantillas no pueden cubrir actos que quedan fuera del horario de la jornada laboral. Máxime si el organizador, como acontece con el IEVA, no es patrocinador habitual de ningún medio.
Sí que tuvo eco, curiosamente, la breve intervención, en el transcurso de la mesa redonda del pasado día 20 sobre la situación política en la Vall d'Albaida durante la Transición de quien participó en calidad de moderador, el alcalde de Ontinyent y presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez. No fueron dignas de mención ninguna de las aportaciones al debate de los Pere Mayor o Joan A. Bodí, que sí fueron protagonistas de aquella época sino que, como ya viene siendo habitual en todas las comparecencias públicas del batle, y siempre a través del gabinete de prensa municipal, lo que los medios han reproducido ha sido el pronóstico apuntado por Rodríguez, que nació precisamente al final de la Transición. Esta suerte de disfunciones informativas, al centrar el foco en quién detenta el poder, en nada avalan esa segunda Transición pronosticada por el alcalde de cara al próximo 20D. Sobre todo si los que están llamados a conducirla, como es su caso, no se aplican buena dosis de autocrítica, desprendiéndose del lastre y vicios que han terminado por pudrir la primera Transición. Como lo es convertir los gabinetes de prensa en aparatos de propaganda, amén de extralimitarse, recurriendo al erario público en lo que atañe al control de los medios de comunicación.
Memoria insana. La información que publicaba este diario el miércoles en relación a la memoria de gestión del departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent es altamente preocupante. Visto desde la capital valldalbaidina, tanto por el incremento en un 40% del tiempo de espera para una intervención quirúrgica, como para consultas internas, ya que aunque se dice que han pasado de 82 a 42 días, es un apunte dudoso, pues en este momento especialidades como neurología están tardando hasta 4 meses, y otras como la piel, otorrino o oftalmología tardan varios meses.
