lcoyano, 2; Olímpic, 0. Ni las continuas milongas del mal llamado técnico señor Fernández Romo asegurando que todo va mejor, que el Olímpic está en el buen camino, que los jugadores están muy motivados con cinco jornadas sin perder, pero solo una victoria y dos empates, inmerso en una racha muy positiva, etcétera, y siempre arrimando el ascua a su sardina y, sobre todo, que a partir de la jornada 13 elaboraría un amplio resumen de la trayectoria del Olímpic hasta ahora, no convencen a nadie.
En el Olímpic la parafernalia con la que le adornan personas ajenas al club aunque estén formando parte de él, con cargos bien remunerados, algo inédito hasta la presente temporada, no podrán hacer que se perdonen errores a menos que se ganen partidos y se salga de los puestos de descenso, lugar con el que estamos bailando durante la presente temporada y cuyo futuro resulta mucho más que incierto haciendo temer un fatal desenlace, llámesele descenso de categoría o como ustedes prefieran.
El Olímpic necesita antes de que finalice el mercado de invierno una profunda y equilibrada remodelación tanto en jugadores como en el llamado cuerpo técnico, que de técnico tiene poco a la vista de los fichajes que se han hecho, que si bien en número andan sobrados en calidad técnica no dan la talla, comenzando por el llamado primer entrenador.
Queda mucha liga, es evidente, pero salir del pozo cada vez será más difícil si el equipo no muestra una fortaleza que salvo la defensa que es la que está soportando el peso de la competición, no se aprecia por ninguna parte.
El Olímpic ha vencido a domicilio a los colistas Mestalla y Llosetense, ambos prácticamente sentenciados y perdió ante el Pobla de Mafumet que parece que huye de la quema, y como hazaña podemos considerar que ganó en Hospitalet. Quiere esto decir que colistas donde la posibilidad de puntuar es más asequible ya no quedan por visitar, así que ustedes dirán.
Mientras tanto, tenemos curiosidad por ojear el prometido balance de la jornada 13 si es que el señor Fernández decide elaborarlo, eso sí sin arrimar el ascua a su sardina si desea que alguien le crea,aunque sean sus allegados.
