La cooperativa Campo Enguera contabilizó durante los cuatro días del puente festivo la entrada de alrededor de un millón de kilos de aceitunas. El fin de semana de la Constitución y la Purísima, cuando tradicionalmente se concentra la mayor actividad, se saldó este año con 400 pesajes al día. Por las instalaciones de la entidad —de las más potentes en producción de aceite, con 2.000 socios— pasaron más de 200.000 kilos diarios de olivas procedentes de distintos puntos de la geografía valenciana.
Transcurrido el ecuador de la campaña, que ya avanza por el 70% de la recolección, estas cifras despiertan el entusiasmo de un sector que el año pasado cerró con una de las peores cosechas que se recuerdan en décadas en el territorio de la Costera, la Vall d'Albaida y la Canal de Navarrés, de gran tradición olivarera. Frente a aquel desolador panorama, los gestores de Campo Enguera contemplan la posibilidad de alcanzar cifras récord de producción de aquí al cierre de la presente temporada.
Desde que la almazara abrió sus puertas, a finales de octubre, la cooperativa ha contabilizado alrededor de 6 millones de kilos. Si nada se tuerce, cuando finalice la campaña el dato podría alcanzar los 9 millones, dos millones más de lo que apuntaban las previsiones iniciales. La marca más alta de producción alcanzada por la entidad en toda su historia se sitúa en los 9,2 millones de kilos conseguidos hace unos años. Durante la recolección de 2014-2015, sin embargo, Campo Enguera apenas molturó 4 millones. El volumen de actividad exhibido este año resulta mucho más acorde a la infraestructura de la que dispone la firma, que dará comienzo esta semana al envasado de su aceite vírgen extra.
Los precios no remontan
Las lluvias previas al inicio de la campaña, en el momento de la floración del fruto, han beneficiado a los oleicultores. En La Costera, las previsiones apuntan a un incremento del 70% de la producción respecto a una cosecha normal, según las fuentes consultadas del sector. José Pareja, director comercial de la cooperativa de Enguera, subraya que la calidad «óptima» del producto gracias a una combinación de factores entre los que destaca la práctica ausencia de la mosca de la aceituna, que otros años ha representado un auténtico quebradero de cabeza para los recolectores. El único problema vuelven a ser los precios. «El mercado no aguanta», lamenta Pareja. El virgen extra se vende a unos 3 euros a granel, aunque este año «no hay diferencias de precios entre España e Italia», lo que beneficia a entidades como la de Enguera, cuyos gestores prevén abonar un anticipo en Navidad de 0,20 euros a todos sus socios para «tratar de ayudar en lo que se pueda» a la economía de las familias cuyos ingresos dependen en buena medida de la cooperativa.
