La actualización del padrón de habitantes ha vuelto a constatar la caída libre que a nivel demográfico experimentan desde 2007 los municipios del interior valenciano. Ese año, coincidiendo con el estallido de la crisis financiera global, se inició una imparable tendencia a la baja que, lejos de cesar, ha deparado en el último año un nuevo retroceso especialmente crudo en la Canal de Navarrés. Este territorio fue el que más población perdió de la provincia en 2013: 848 habitantes. En 2014, la tendencia negativa se repitió, aunque de manera más moderada: el ejercicio se cerró con un 0,8% menos de población y 300 vecinos borrados del padrón. La comarca es una de las más agraviadas por el periodo de coma demográfico. La marcha de muchos inmigrantes y jóvenes a otras zonas, el envejecimiento poblacional, el poco de rendimiento del sector agrícola y el declive de la industria y la construcción pasan factura.
Algo similar ocurre en la Vall d'Albaida, donde a 1 de enero de 2015 la última cifra del Instituto Nacional de Estadística (INE) contabiliza casi 700 habitantes menos que un año antes. El descenso del 0,78% en esta comarca no solo se sitúa por encima de la media autonómica „del 0,48%„ sino que se suma a una tendencia de bruscas caídas encadenadas en los últimos años. La Vall ya cerró 2013 con 1.552 habitantes menos inscritos en sus 34 municipios: el mayor descenso constatado en varias décadas.
En la Costera, el número de habitantes menguó por debajo del promedio valenciano, un 0,2%, con 171 censados menos. En 2013, esta comarca ya contradijo la tendencia generalizada y creció en población.
Solo una veintena de las 61 localidades que conforman el arco de las tres comarcas incrementaron en 2014 su número de habitantes, mientras que en 33 el indicador demográfico cayó por encima de la media autonómica. Cerdà, Vallés, Bufali y Estubeny se sitúan entre las poblaciones que mayor descenso de habitantes registran porcentualmente, con caídas de entre el 4 y el 6,5%. Justó detrás en la clasificación aparecen dos localidades de mayor entidad aquejadas de un drástico retroceso demográfico, ambas de la Canal. Según las cifras del INE, Enguera perdió 208 habitantes en 2014, el equivalente al 3,9% de su censo. El dato cabe examinarlo con cautela, puesto que el organismo ha reformulado la manera de contabilizar a los residentes extranjeros, muchos de los cuales no actualizan sus datos en el padrón y quedan fuera de las estadísticas oficiales, una omisión especialmente relevante en un municipio que acoge a un notable volumen de población de origen foráneo.
Incrementos en Canals o Aielo
Chella también contabiliza un destacado descenso de habitantes, próximo al 3%, con 79 vecinos inscritos menos en un año.
Sempere, uno de los pueblos más pequeños de Valencia, radicado en la Vall d'Albaida, es en cambio el que más creció en población en 2014 en términos porcentuales, un 18%. El incremento fue motivo de controversia en el municipio, donde la oposición denunció posibles empadronamientos irregulares a escasos meses de las elecciones municipales, que permitieron al alcalde revalidar su mayoría. Otras localidades que aumentan en habitantes son Llanera, Canals, la Pobla del Duc, Bolbaite, Aielo de Malferit o l'Alcúdia de Crespins o Fontanars, entre otras.
