Las fiestas para nada pueden empañar el peligro por donde se mueve el Olímpic en la Liga. Nos esperan tres partidos de los de ahora o nunca. 2 de enero Barcelona B, 10 de enero Badalona, ambos fuera de casa y a continuación Sabadell en La Murta son tres partidos clave para que el Olímpic pueda resolver, incrustándose en el grupo de la clase media, su continuidad en la categoría. No olvidemos que junto al Llosetense somos el equipo que menos goles ha marcado, a 5 y 6 goles de nuestro inmediato antecesor. El puntito a puntito no es suficiente, sirve tan solo malamente para no quedarse totalmente rezagados.
Otra cuestión interesante y digna de admirar, pero engañosa, es el trabajo que viene realizando el presidente Alcázar siempre orientado hacia el aspecto económico, muy importante, por cierto, para cubrir el presupuesto, pero negativo y sin trascendencia en cuanto al futuro aspecto deportivo.
Tenemos un Olímpic B que en cuanto al aporte de futbolistas con futuro para el primer equipo no sirve para nada, un equipo femenino con entrenador en nómina, como todos, que por razones de sexo tampoco le sirve al Olímpic primer equipo. Un equipo juvenil que si Dios no lo remedia descenderá a la segunda categoría regional. No es capaz de ganar ni un partido y la cola ya la está tocando, y eso duele después de haberlo visto competir en Liga Nacional con decoro y aportando algún que otro futbolista al primer equipo y sin tener que pagar los 400 euros con que ahora se grava a los chicos del equipo por la licencia federativa.
Buena idea ha sido la de recurrir a los colegios ofreciendo entradas gratuitas a los chicos que colaboran con su presencia para que la grada ofrezca un mejor aspecto. Por lo tanto, es engañosa la cifra que por megafonía se comunica al público, sería más lógico anunciar el número exacto del público que pasa por taquilla así como los socios asistentes.
También sería muy conveniente exigirles más a los asalariados directivos que manejan el club en cuanto a su futuro deportivo, si es que piensan salvar esta temporada la categoría dejando al equipo en la misma situación que lo encontraron.
