El pleno extraordinario celebrado el martes en Novetlè acordó el cierre de la empresa municipal PENSA (Promoción Económica de Novetlè, SA), asumiendo sus pérdidas, después de que en los ejercicios de 2013 y 2014 generara déficits de 16.618 y 137.713 euros respectivamente. Compromís, en la oposición, ha exigido al alcalde, Rafael Vila, "que públicamente haga saber a todos los vecinos la cuantía de esta deuda", de la cual el ayuntamiento ha de hacerse ahora cargo. La coalición censura el "despilfarro" de dinero público "con despidos, llamadas telefónicas al extranjero desde líneas del ayuntamiento, adjudicaciones de obras y servicios con irregularidades" y atribuye el malogrado final de la empresa municipal a "la mala gestión en años de gobiernos socialistas".

Los concejales de Compromís recriminan al equipo de gobierno que "solo ellos son responsables del cierre de PENSA y de lo que conlleva". La coalición lamenta la pérdida de puestos de trabajo como consecuencia de la liquidación de la firma, "pero en este caso los culpables son quienes forman el equipo de gobierno de Novetlè", reiteran. "Han contratado durante años a quien les ha dado la gana, primando el enchufismo y el amiguismo y sin tener en cuenta a todos los vecinos por igual pese a existir una bolsa de trabajo consensuada", apostillan los ediles de la oposición. Compromís, por ello, propone que se agregue a la bolsa del ayuntamiento a las personas que han perdido su puesto de trabajo por el cierre, aunque avisa que "todos han de tener los mismos derechos".

Por su parte, desde Esquerra Unida lamentan que PENSA "se creó con el fin de generar empleo y transformar al pueblo en un referente de servicios, sostenibilidad y convivencia". "Ésa es la idea que vendieron; el tiempo y la burbuja inmobiliaria hicieron el resto", reprocha la formación al equipo de gobierno. La empresa municipal, a juicio de EU, "se convirtió en el instrumento con el que la mayoría socialista, sin tener en cuenta a la oposición, dilapidó la economía de Novetlè".