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el mirador del benicadell

los deberes para 2016

Este primer año post-electoral es el que en mayor medida va a marcar el rumbo del próximo cuatrienio en todos los municipios de la comarca. Y con mayor énfasis en Ontinyent, por su condición de capital de la Vall y, asimismo, por tener un alcalde, Jorge Rodríguez, que además de gobernar con una mayoría más que suficiente, cuenta con la tremenda responsabilidad de presidir el gobierno de una institución que, pese a estar en entredicho su futuro como tal, maneja aún un presupuesto que, visto desde aquí, resulta astronómico (448.955.481, 89 euros para 2016, según fuente de la Diputación de Valencia). Por lo que Rodríguez no puede evitar que muchos ojos graviten sobre él, ni que las expectativas que ha levantado su mandato provincial, en Ontinyent, sean muchas.

Si nos atenemos al asunto del Pla de Minimització, de ámbito comarcal, y del que Rodríguez hizo bandera contra el PP, el cuatrienio pasado, hay que decir que es uno de los que, a día de hoy, ya debería estar resuelto. Pasos se han dado, pero al parecer insuficientes. Como apunta algún observador, conocedor del intríngulis que se cuece alrededor del COR, «con una sentada a tres, digamos entre el presidente del Consorcio, Roger Cerdà, el de la Mancomunitat, Vicent Gomar, y el de la Diputación, Jorge Rodríguez, no se habría llegado a los atisbos de incertidumbre que afloran estos días.

Casi y a modo de regalo anticipado de los Reyes de la cristiandad, digo del gobierno municipal de Ontinyent, saltaba la noticia, que caía como un anhelado presente, de la compra de El Teler Shopping Centre, S.L. por parte de un grupo inversor español. Un asunto de trascendencia, ya que Ontinyent, comercialmente y en el apartado del ocio, lo que se ha demostrado que necesita con ahínco es una locomotora de las características de El Teler, que arrastre con empuje al resto del comercio local. Ya que diez años después de su inauguración sigue sin despegar. Los efectos colaterales de potenciales clientes de la Vall se palpan, un día sí y al otro también, en los centros comerciales de Alcoi, Gandía o Xàtiva. Aunque se trata de una iniciativa privada, desde el senso de El Teler ya han anunciado que le darán «un nuevo rumbo» y revitalizarán el centro comercial. Por lo cual, si le va bien, el efecto multiplicador se extenderá a toda la sociedad.

Otro punto de mira necesario, diferente al que pueda desprenderse del recién aprobado presupuesto municipal de Ontinyent, para 2016, es el que atañe al programa electoral 2015 de los socialistas. Así el anunciado gobierno abierto y transparente podría decirse que se está cumpliendo a trancas y barrancas, ya que aunque teóricamente han creado la Regidoria de Govern Obert i Transparència, ésta ya ha asomado borrones, mientras, eso sí, siguen adelante iniciativas, obviamente mejorables, como participación ciudadana, a través de Ontinyent Participa. Tampoco se tienen noticias sobre la creación de un Whastapp municipal. Ni de la creación de un Sistema de avisos de la Policía Local mediante las redes sociales para informar, como se dijo. En cambio sí que ha dejado de ser promesa, para hacerse realidad, el Servició de Mediación entre vecinos, adscrito a la Policía Local. El impulso de la «alianza de capitales de les Comarques Centrals Valencianes» ya se está materializando, vía la repesca del Consocio CCV.

Mucha tarea pendiente. Respecto a la "gestió eficient" hay que subrayar la continuada apuesta por la Smart City, como modelo de ciudad inteligente. Otros temas pendientes de resolver por el gobierno de Rodríguez, abreviando pueden ser: el nuevo Conservatorio Profesional, la creación de una Escola Oficial d'Idiomes propia, el Plan de Modernización y Ampliación del Poliesportiu Municipal (2015-2025). Además de convertir a Ontinyent en «Ciutat de Serveis», otra de las proposiciones.

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