Mensajes de tranquilidad en el Olímpic en estos primeros días de 2016. La victoria ante el Barcelona B ha centrado el punto de mira en lo social y económico. De temerse lo peor por los mensajes que llegaban de dificultades económicas se ha pasado a mirar con optimismo el futuro inmediato con el fichaje del primer jugador en el mercado invernal porque además de reforzar la plantilla sirve para demostrar que la situación económica no es tan mala como algunos afirman. Si no hubiera «ni un duro» no se hubiera podido fichar a Borja Rubiato, un delantero con experiencia, porque de lo contrario sería un suicidio económico y deportivo porque me imagino hubiera creado «mal rollo».
El año ha empezado con el Olímpic tratando de ganarse «lo social». Elogiable es la visita al hospital de una amplia representación de la plantilla; como también la participación, en vacaciones, de otros jugadores, en un partido benéfico?
El presidente, Kike Alcázar, ha asegurado que la situación económica del club «es buena», con problemas puntuales, pero buena, y afirma que acabará la temporada sin déficit y que mantiene su «proyecto sostenible» para esta y próximas temporadas. El vicepresidente, Manolo García, ha dado un poco más, «tan buena que nos permite ser optimistas» de cara al futuro y estar contentos. Además, ha destacado el ambiente «excepcional» en el grupo.
Ponemos de nuevo los pies en el suelo. Toca disfrutar de esta primera semana del año porque, como bien dijo el presidente «el optimismo y la euforia se disipa con una derrota», y este domingo el equipo no lo tiene fácil ante el Badalona. Si ganamos al Barça B, ¿por qué no hacerlo en Badalona?
