La Cooperativa Crist del Miracle de la Llosa de Ranes aspira a cerrar la presente campaña de cítricos con una producción próxima a los 5 millones de kilos. La entidad ultima la primera campaña de la navelina —su producto estrella—y está a punto de pasar a la recolección de otras variedades. Durante el cuarto trimestre de 2015, los responsables de la firma constatan una merma de la cosecha respecto a la cantidad recogida el año pasado a estas alturas. Sin embargo, la cooperativa confía en paliar esta circunstancia con un incremento de la cifra de ventas. Las expectativas de mercado son este taño más halagüeñas tanto a nivel interior como exterior. «Las exportaciones se han incrementado por la falta de oferta. El mercado está muy globalizado y el producto encuentra más salida comercial», resume el director de la entidad, Julián Gallego. Aunque la demanda también ha experimentado un crecimiento, no se traduce por ahora en un mejor comportamiento de los precios, que siguen sin convencer a los agricultores.
A esta problemática instalada en el campo desde hace años se suma otra de mayor calado: la sequía. La ausencia de precipitaciones durante los últimos meses está disparando los costes de regadío de los socios de la cooperativa. Gallego apunta que las consecuencias de este ciclo seco sobre todo quedarán patentes en la próxima campaña, aunque ya comienzan a pasar factura. Los efectos climáticos están provocando problemas fitosanitarios en los árboles y una exfoliación que «no tendría que haberse producido» bajo condiciones normales en invierno. En la anterior campaña, la firma ya vio reducida un 30% la producción de naranjas debido a la sequía.
Además de este cultivo, que sigue siendo el principal dentro de la cooperativa, Crist del Miracle también ha expandido de forma considerable su cosecha de caquis. A comienzos de diciembre se habían recogido 70.000 kilos.
La granada gana peso
Fruto de la necesidad de diversificación de los agricultores de la comarca, Gallego destaca el crecimiento de la superficie dedicada a la granada, un cultivo que está ganando peso en el territorio. La entidad centenaria —única superviviente del cooperativismo agrícola en la Costera— da trabajo a un centenar de personas entre collidors y empleados de almacén y exporta no solo a Europa, sino también a países como Brasil, Arabia Saudí o Emiratos Árabes. Crist del Miracle cuenta con 340 socios y abarca alredor de 2.000 hanegadas de cultivos.
