Tras la derrota del Olímpic en Badalona, el señor Fernández Romo ha cambiado totalmente el modelo de sus declaraciones. Lo que siempre fueron halagos hacia sus jugadores después de perder los partidos se han convertido en reproches, no solo por la precariedad de su juego sino también por su falta de concentración, situación que ya desde antes de bajar del autobús debiera haber sido asumida por todos los jugadores. De la derrota antes mencionada pretende sacar algo positivo, haciendo ver a sus muchachos que todavía no han conseguido nada, perogrullada que ni el mismo Perogrullo hubiera podido definir mejor. De los 80 equipos que componen los 4 grupos de Segunda B, el Olímpic es el que menos goles ha conseguido, 13, junto al Llosense, 11.
El objetivo a cumplir, con la ayuda de los equipos competidores que tampoco han conseguido nada, más bien lo contrario, no anda demasiado lejos. En el club lo saben y es de agradecer que intenten rectificar el error cometido al inicio de temporada al fichar tanto jugador comparsa, incorporando ahora dos futbolistas expertos como Rubiato, 35 años y San Julián, medio de cierre con 37 años llegado desde el desmantelado Huracán, que aunque solo sea por veteranos quizá puedan mejorar el bloque, si es que el náufrago Fernández sabe manejarlos adecuadamente. De todos modos, el corazón del equipo, el de mayor desgaste en los partidos de sus hombres como es el centro del campo, queda sobrecargado de años con Rifaterra 41, Luismi Loro 36, el recién llegado San Julián 37, Mendoza también 37, Javi Navarro 36, Nando Ramón 34, etc.
San Julián es más bien un centrocampista de cierre, por lo que quizá los delanteros hubieran agradecido más un hombre de pase preciso buscando huecos que un rompedor más que deja a Luismi Loro como único jugador con calidad capaz de poner los balones a la medida deseada por los delanteros. De todos modos, lo que se trata es de ganarle al Sabadell, equipo que es uno más del grupo medio situado lejos de los puestos de descenso y también lejos de los de ascenso. El Olímpic debe hacer un especial esfuerzo para no meterse de nuevo en la zona caliente con la que está vacilando desde el principio de la temporada.
