el agua al cuello

Afortunadamente, nuestros compañeros de viaje tampoco despegan de la cola, tanto es así que si mañana el Olímpic es capaz de ganar ante el Atl. Baleares, con toda seguridad dejaría ya los puestos de descenso y promoción porque tanto el Mestalla, a quien vencimos en Paterna en la primera vuelta y ahora próximo rival en La Murta, como el Pobla de Mafumet, Olot y At. Levante, teóricamente perdedores en los partidos de mañana de la jornada 22, como así parece indicarlo el calendario que les espera.

Si tenemos en cuenta de que después de la visita del Mestalla, a quien hay que ganar también, tenemos seguros los tres puntos que nos regala el desaparecido Huracán y el equipo cumple con la obligación que tiene cualquier equipo con 29 futbolistas en plantilla bien pagados, un cuerpo técnico amplísimo y mejor pagado todavía —puesto que el salario ha sido establecido por ellos mismos—, es justo pensar que la posibilidad de pasar a ocupar plaza en la media tabla está al alcance de la mano, lejos de promociones y descensos, único modo de salvar la temporada, tanto deportiva como económicamente.

La batuta la tiene el náufrago Fernández Romo, que ya ha sido cuestionado por los socios de la grada, que se han dado cuenta de su incapacidad como entrenador a pesar de haber sido ratificado en el puesto, quizá por ser uno de los componentes del clan directivo y el deseo de mantener discreción en cuanto a los errores cometidos en la composición de una plantilla desajustada totalmente.

Rival estándar. El Atlético de Baleares es un equipo de los considerados estándar en la categoría, ni muy bien ni muy mal, es tan batible como cualquier otro. Está 5 puntos por arriba de los nuestros, lleva 26 goles conseguidos, por los 13 nuestros y ha encajado uno más que el Olímpic. Todo tan normalito que ganarles, en circunstancias normales, debiera ser lo más correcto, ahora solo falta designar quien será quien consiga marcarles un gol, una de nuestras asignaturas pendientes.