El Ayuntamiento de Xàtiva sentó ayer en una mesa al capitán del destacamento de la Guardia Civil y a los máximos responsables de la Demarcación de Tráfico y de la Policía Local para coordinar un dispositivo efectivo que permita combatir con mano dura la piratería extendida en el sector del taxi, que lleva años alzando la voz contra la impunidad de determinados transportistas que operan en la Costera, la Canal la Vall d'Albaida sin licencia, de forma clandestina, haciendo uso de vehículos particulares para ofrecer todo tipo de desplazamientos.

Tras un largo periodo denunciando la pasividad del consistorio, responsable de la concesión, las plegarias de la asociación de profesionales de Xàtiva parecen haber sido escuchadas por fin por la administración. El primer teniente de alcalde y regidor de Movilidad, Miquel Lorente, se ha comprometido a impulsar una campaña de concienciación, detección y denuncia de fraude en el servicio de taxi en la comarca tras el encuentro mantenido ayer en el cuartel de la Guardia Civil junto a mandos policiales y representantes del colectivo.

La proliferación de taxis pirata, que trabajan sin permisos y sin estar dados de alta en la Seguridad Social, constituye un riesgo para la seguridad de los usuarios y pone en peligro la prestación de un servicio público regulado. Como ha contado Levante-EMV, los taxistas se quejan de los perjuicios que estas prácticas ilegales representan para el ejercicio de su actividad y de las pérdidas económicas que generan, en un sector especialmente castigado con la crisis, en el que se estima una merma del volumen de negocio superior al 50% en los últimos años. La reunión de ayer sirvió para poner encima de la mesa un listado de matrículas de vehículos sospechosos de operar sin licencia, sobre los cuales las fuerzas de seguridad van efectuar un seguimiento y extremar la vigilancia. Aunque en un principio este tipo de transporte ilegal floreció ante la demanda de jóvenes de diversos municipios que pagan por desplazarse a la zona de discotecas de Xàtiva, se ha extendido a otros ámbitos de la ciudad, como el hospital u otros destinos.

Falta de garantías para el usuario

En todos estos «puntos calientes», el consistorio va a implantar campañas pedagógica de concienciación ciudadana, repartiendo flyers entre los posibles usuarios para que conozcan los inconvenientes de recurrir a un taxi pirata que, en ocasiones, puede salir más caro que uno oficial. Este mismo fin de semana está previsto comenzar por las discotecas. Según el edil Miquel Lorente, el hecho de que haya particulares que actúan como taxistas sin licencia «comporta una falta de garantías para los usuarios y un impacto más para un sector que pasa por horas bajas», expone.

Algunos de ellos actúan de forma esporádica y para otros la actividad es más habitual, pero muy pocos suelen ser multados, dado lo complejo que resulta probar los hechos. «Pagamos una cantidad muy elevada por la licencia y por los impuestos y acorde a ese gasto están las tarifas oficiales», advierte un portavoz de la asociación local, que señala como imposible competir con los precios que fijan los «piratas».