Se podría calificar de hurto: sin violencia, sin amenazas, sin destrozos colaterales... La falla Ferroviària ha padecido esta pasada madrugada un llamativo robo: el de la guitarra del ninot que representa a Raimon en uno de sus conciertos de los años sesenta. Los numerosos visitantes que recibía ayer esta céntrica demarcación se topaban con un grupo escultórico incompleto, que pierde toda su gracia porque, sin guitarra, la pieza del cantautor se queda sin su esencia. No es el único vandalismo antifallero detectado estos días. En el patio de un centro educativo de Xàtiva se encontraron ayer por la mañana un ninot entero, arrancado de un cadafal. El centro llevó a las redes sociales el hecho para que la falla damnificada pasara a recoger su pieza. Pocos minutos después, la falla Sant Jordi alertó de que se trataba de un ninot de su monumento. Asimismo, en la Falla Ferroviària rasgaron con un objeto cortante la tela de plástico de la carpa instalada en la avenida Gregorio Molina, prácticamente delante del monumento, y, por la obertura, se introdujeron en el interior llevándose solamente unos botes de bebida y algunos alimentos custodiados en esa carpa.