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Más de 9.200 personas han emigrado de Ontinyent durante una década

El año 2007, inicio de la crisis, se produjo la diáspora más destacada con la marcha de más mil residentes

Más de 9.200 personas han emigrado de Ontinyent durante una década

Ontinyent ha perdido población en los últimos años y la marcha de vecinos es una de las principales causas de ese descenso. Más de 9.200 personas han emigrado de la ciudad en diez años y a partir del 2007, año de inicio de la crisis económica, la diáspora se ha acentuado en la capital de la Vall d'Albaida. Entre 2004 y 2014, 9.267 ontinyentins dejaron su ciudad natal para marcharse a otras localidades, según registra el movimiento natural de población de la ciudad, documento que no precisa el lugar de destino —nacional o internacional— de los emigrantes.

De los más de 9.200 emigrantes, el 52,8 % (4.894) fueron hombres, mientras que la marcha de mujeres fue de 4.373 (47,2%). El pico más elevado de ontinyentins que dejaron su terreta se alcanzó en 2007, cuando se superó la barrera de los mil emigrantes. Ese año, marcado en negro en el calendario como el inicio de la crisis económica cuyos zarpazos aún son latentes, salieron de Ontinyent 1.043 personas naturales de la ciudad, el 11,25 % de los emigrantes registrados entre 2004 y 2014. De los más de mil exiliados ese 2007, 574 fueron hombres y 469 mujeres.

Antes del 2007, la diáspora ontinyentina se situaba entre los 700 y 800 emigrantes, pero tras el éxodo milenario del año del arranque de la crisis ha venido sobrepasando los 800 exiliados. Así, en 2008, dejaron la ciudad 899 personas y en 2009 la cifra subió a los 958. en 2010 bajó ligeramente a los 898 y un año después, en 2011, volvió a subir a las 939 personas que salieron de la ciudad. En 2012 la emigración cayó a los 721, pero en 2013 volvió a superar los 800 (846). El último dato registrado de emigración, en 2014, se contabilizaron 720 desplazados.

La crisis se ha cebado en los últimos años con Ontinyent, un ciudad cuyo motor económico ha sido durante décadas la industria textil, que comenzó a sufrir su propia crisis antes que estallara la burbuja inmobiliaria y desencadenara otro crac económico en la capital de la Vall d'Albaida, este más extendible al resto de poblaciones. El cambio de siglo acentuó el movimiento de población en una ciudad en la que antes del año 2000 la emigración no alcanzaba los 300 «exiliados». En 1997 la ciudad contabilizó 184 emigrantes, y en 1998 y 1999 fueron 284 y 259, respectivamente. Los damnificados que la crisis textil podía ocasionar entonces se reconvertían al expansivo sector inmobiliario.

Movimiento de extranjeros

La salida de ontinyentins se fue compensando al inicio de la década entre 2004 y 2014 con la llegada de inmigrantes. La ciudad acogía cada año más de un millar de extranjeros, pero la crisis también ha engullido estos desplazamientos y la cifra de foráneos que se empadronan en la capital de la Vall d'Albaida se ha recortado en más de la mitad. Si en 2007 llegaron 1.765 extranjeros a Ontinyent, la cifra más elevada en la última década, en 2014 hubo menos de la mitad, llegaron 710 inmigrantes. La diáspora no cesa.

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