El llamativo color rojo de las aguas del río Clariano que el domingo pudieron presenciar algunos excursionistas no tiene, de momento, un origen claro. Fuentes municipales explicaron ayer que pese a que es un asunto cuya competencia recae en la Confederación Hidrográfica del Júcar, van a interesarse por el origen de esa coloración. Pero intuyen, agregaron, que no será nada grave. Un excursionista publicó ayer en internet varias fotografías en las que el agua del río aparece de un color rojizo, como si fuera vino. El Ayuntamiento de Ontinyent también ha visto las imágenes y fuentes consistoriales señalaron ayer a Levante-EMV que en una primera valoración y sin que se trate de conclusiones definitivas, es posible que ese color no signifique necesariamente contaminación alguna, sino que podría tratarse del vertido de las aguas residuales de la depuradora «tratadas con algún producto» que les da ese color y que, una vez pasan unas horas, se diluye y desaparece cauce abajo, según insistieron ayer.
Sea o no contaminante, la visión del cauce con las aguas teñidas de rojo ha llevado a estos excursionistas a recordar „si finalmente se trata de contaminación„ la época en la que esto era frecuente, cuando no existían las actuales políticas medioambientales ni los rigurosos controles de hoy día. De hecho, en localidades industriales como Ontinyent o Canals, las aguas del Clariano y del Cànyoles eran, hasta bien entrados los años 80, del color que algunas fábricas teñían sus productos. «A ver si es que a alguna fábrica se le ha ido la mano con los tintes», llega a señalar el internauta que ha subido las fotos, aunque es difícil que un vertido fabril vaya directamente al río ahora.
Las analíticas, correctas
Con todo, desde el consistorio y tras consultarlo con los técnicos, señalan que no consta ninguna incidencia y que analíticas recientes arrojaban que la calidad del agua era buena. Aunque esas analíticas, evidentemente, no responden a un estado permanente de las aguas ya que un vertido contaminante las deja desactualizadas. Si el color rojo „incluso cobrizo„ se debe al producto utilizado en la depuradora para tratar el agua que llega a esta instalación y sale de nuevo al río, desde el consistorio aseguran que no hay nada que temer ya que pese a la tonalidad, se trata de «un producto inofensivo». La zona que los excursionistas han señalado como coloreada por el paso del río es por la fábrica de la Clariana, según señalan en internet.
