He estado cazando al conejo con hurón en el coto de Casas Juntas en el término municipal de Villena con mi buen amigo Álvaro Torres, que afición y ganas no le faltan aunque lo suyo es la caza nocturna del jabalí con perros y a cuchillo, lo que se conoce en el argot cinegético como hacer la ronda. Aunque la población de conejos ha diezmado considerablemente en este acotado, tras años de verdadera plaga, los lagomorfos todavía siguen causando cuantiosos daños en la agricultura, de ahí que esté permitido su caza con hurón durante todo el año mediante permisos especiales que concede la conselleria para paliar los daños en los cultivos.

Álvaro ha traído una pareja de hurones. Una hembra joven a la que le costaba mucho salir de la madriguera, quizá porque era primeriza. Los campos de cereal no levantan un palmo del suelo debido a la sequía, pero pueden apreciarse rodales comidos por los conejos. Pepe Torres, presidente del coto y amigo mío desde hace muchos años, nos ha indicado el cazadero y hemos estado cazando en unos ribazos, pegados a una plantación de almendros. En el primer puesto no hemos tenido demasiada suerte. A penas han salido un par de conejos que no han dado opción a tirarles, quizá porque andaba un poco lento a primera hora de la mañana. Álvaro que conoce bien la zona ha optado por cambiar de lugar y hemos acertado.

Hemos ido a la orilla del campo de almendros, junto a un terraplén, donde todavía quedan vestigios de una antigua vía de tren, creo que de la antigua estación de tren de La Encina que hacía el trayecto La Font de la Figuera -Valencia. Desde lo alto del terraplén la visión era perfecta. Salían a campo abierto. Álvaro ha colgado la escopeta y me ha dejado tirar a mí a los rabudos. Todo un gesto de generosidad por su parte.

Aunque el terreno está muy huroneado y los conejos saben latín, poco a poco han ido saliendo de sus madrigueras, gracias al buen trabajo del que traído Álvaro, que de simpático tenía bien poco: al ir a cogerlo ha intentando morderle varias veces. Si no te acompaña un buen hurón no hay forma de darles captura porque no salen de sus madrigueras, salvo para comer. Permanecen al lado de las bocas y al menor ruido se introducen otra vez. Aprovechan los terrenos arenosos y blandos para hacer sus madrigueras. Son rápidos y escurridizos. En ocasiones me he tirado la escopeta a la cara y no me ha dado tiempo de apretar el gatillo. Las bocas están muy cerca las unas de las otras, y el conejo pasa con mucha rapidez de una a otra. Hay que estar muy rápido de reflejos para disparar. No les gusta salir a campo abierto, son pieza fácil.